El ministro de Consumo, Alberto Garzón, parece tener clara cuál será una de sus últimas luchas al frente de su departamento antes de las elecciones generales. Así pues, el coordinador de Izquierda Unida parece haberle declarado la «guerra» a la publicidad de los alimentos que el ministro de Consumo y su equipo consideran «no saludables». Especialmente, aquellos enfocados al público infantil. Una obsesión del ministro por señalar a este tipo de alimentos que, sin embargo, queda silenciada ante los graves problemas que está atravesando la alimentación española debido al incremento del IPC, especialmente en los supermercados, donde los españoles cada vez tiran más de productos de «baja gama» para llenar la nevera.
La cesta de la compra se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de los consumidores españoles. Y es que el IPC ha vuelto a incrementarse, provocando unos precios de consumo, también en el sector de la alimentación, que hacen que muchos hogares españoles tengan problemas para llegar a final de mes. Complicada situación económica ante la que los ciudadanos no han dudado en tirar de las «marcas blancas» de los supermercados para hacer frente a la inflación, así como a prácticas poco saludables para mantenerse a flote económicamente, en detrimento de una alimentación equilibrada y positiva.
Así pues, tal y como se ha notificado en los principales supermercados nacionales, los consumidores parecen haber apostado por las marcas blancas, generalmente más baratas que las internacionales. Del mismo modo, los productos congelados y procesados, así como los platos preparados, se han convertido en la principal opción de los españoles a la hora de consumir, por encima de los productos frescos, cuyos precios se han incrementado de forma notable en los últimos meses.
Una situación ante la que también, tal y como destaca el último ‘Informe Kelloggs’s sobre pobreza alimentaria en España’, realizado entre enero y febrero de 2023, parece que muchos españoles ha tomado la decisión de saltarse comidas para ahorrar. En concreto, el 26% de los españoles; un porcentaje que alcanza al 41% de los hogares con ingresos inferiores a los 15.000 euros.
LA POBREZA ALIMENTARIA, EN UN SEGUNDO PLANO PARA ALBERTO GARZÓN
Sin embargo, parece que la pobreza alimentaria que amenaza la salud de miles de ciudadanos españoles ha quedado en un «segundo plano» para el ministro de Consumo. Y es que Alberto Garzón parece estar más centrado en evitar que los niños reciban la «influencia» de la publicidad de alimentos no saludables, antes que garantizar el acceso a una cesta de alimentos asequible a las familias.
Así pues, una de las últimas medidas propuestas por el coordinador de Izquierda Unida antes de los próximos comicios generales ha sido la de retomar el plan de prohibir la publicidad de alimentos no saludables. Especialmente, aquellos enfocados a los más pequeños de la casa.
«El Gobierno de Alemania anuncia que prohibirá la publicidad de alimentos no saludables dirigidos al público infantil. Una iniciativa necesaria para proteger a los niños» ha destacado Alberto Garzón en sus redes sociales; una iniciativa que parece querer reactivar el ministro de Consumo, enfocándose en productos «nocivos» como los Chocapic o los conocidos huevos Kinder.
Plan que, sin embargo, parece que Alberto Garzón querrá desarrollar… pero no todavía. Y es que, tal y como destacan desde Moncloa.com, lo cierto es que el ministro parece excesivamente tranquilo en este 2023, sin haber hecho «literalmente nada» en lo que va de año. Inactividad que, sin embargo, cuenta con un presupuesto de más de 57 millones de euros, y con proyectos tan polémicos, y aparentemente desvinculados de las necesidades de los ciudadanos españoles en tema de consumo, como es el caso de la prohibición de la publicidad de los huevos Kinder que, sin duda, son una pequeña «alegría» en una cesta de la compra cada vez más vacía, y de peor calidad nutricional.
