El Instituto Cervantes mantiene sus planes de abrir una extensión en El Aaiún, en el Sáhara Occidental, así como de impartir clases en los campamentos de refugiados saharauis en Rabuni (Argelia), según han confirmado fuentes del centro dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
Fuentes del Cervantes consultadas han reconocido que el instituto «desea instalarse cuanto antes en El Aaiún» pero por el momento no hay ninguna fecha prevista ya que aún no se ha localizado el emplazamiento en que se instalaría.
Desde el Cervantes confirman así lo manifestado por el Gobierno, que en una respuesta parlamentaria a un senador había ratificado que «se contempla la apertura de una extensión siempre que se localice un espacio que reúna las condiciones idóneas para los fines de esta».
La apertura de esta extensión, «un pequeño espacio o aulario situado en una ciudad donde no hay ni centro ni aula Cervantes», fue aprobada por el Consejo de Amnistración del Instituto en julio de 2015 pero hasta la fecha no se ha materializado.
«En estos momentos no hay ninguna opción definitiva en cuanto a la ubicación», que debería ser en un lugar cedido, adscrito o arrendado, por lo que «tampoco hay posibles plazos para la apertura», han subrayado las fuentes.
La futura extensión, que implica un gasto con retorno y autofinanciación, dependería del centro de Rabat. En total, el Cervantes cuenta con seis centros en Marruecos –la capital, Casablanca, Tánger, Tetuán, Marrakech y Fez) así como varias extensiones, sin que por ahora haya planes adicionales de expansión, han precisado las fuentes.
Por otra parte, también sigue sobre la mesa los planes de impartir clases en los campamentos saharauis pero por el momento tampoco hay una fecha prevista para ello, han indicado las fuentes consultadas.
El Ejecutivo había manifestado en una respuesta parlamentaria hace unos meses que «el Instituto Cervantes mantiene su voluntad de iniciar actividades docentes en Rabuni cuando se retiren las restricciones de movimientos entre países derivadas de la actual pandemia y los protocolos médicos permitan una actividad segura y estable».
La idea de llevar a cabo actividades en Rabuni la planteó en diciembre de 2019 el Consejo de Administración del Cervantes. La propuesta se formuló tras la visita realizada en abril de ese año por el director del Instituto a Argel junto al primer secretario de la Embajada de España y la coordinadora general de la Oficina Técnica de Cooperación a los campamentos de Tinduf.
La idea es poder abrir una extensión en Rabuni, dependiente del centro de Argel, con el objeto fundamental de formar a los profesores de español y apoyar la elaboración de materiales didácticos, aunque inicialmente lo que se había planteado es que en una primera fase un profesor del Cervantes de la capital se desplazara una semana cada dos meses a los campamentos, complementándose esta formación con cursos en línea, sin que por ahora se haya materializado ninguna de estas dos iniciativas.