La sidra es una bebida alcohólica de baja graduación que se fabrica a partir del jugo fermentado de manzana. La característica más peculiar de esta bebida es la forma en la que esta se sirve: lanzándose a lo alto.
De esta forma, cuando el líquido golpea contra el vaso se producen unas pequeñas burbujas de anhídrido carbónico que arrastran el aroma de la sidra. Precisamente, para apreciar el aroma de la sidra, los vasos en los que se sirve tienen una forma ancha que permite introducir la nariz en el interior para apreciar el aroma de esta bebida.
Una vez, es escanciada y desaparecen las burbujas, se bebe de un solo trago. Los últimos restos se aprovechan para limpiar la parte del recipiente donde se colocan los labios, dado que, el vaso suele compartirse.