Hacerse un tatuaje no es algo que deba decidirse sin pensar. Hay que meditar mucho, informarse bien, escoger un buen estudio de tatuajes, mirar muchas fotos de tatuajes que se hayan hecho en ese estudio, y, si es posible, ir a algún sitio que alguien te recomiende, no probar nada desconocido.
Esto es así por muchas razones, desde higiene básica hasta salud, pasando por el resultado final, que si no es el que quieres, el que buscas, puede ser una auténtica pesadilla, ya que se supone que un tatuaje es «para toda la vida» y cambiarlo o borrarlo te va a costar no solo dinero, también muchos disgustos. Así que vamos a empezar por contar cuales son esas 10 cosas que debes saber antes de hacerte un tatuaje.
[nextpage title= «Que sea pequeño»]
Si es tu primer tatuaje es muy importante que vayas poco a poco. Es decir, no se te ocurra elegir un tatuaje que, por ejemplo, te ocupe toda la espalda, o todo el brazo. No debe ser muy grande el primer tatuaje que decidas hacerte.
Es por varias razones, entre ellas la más importante, debes conocer antes de decidir hacerte un gran tatuaje cómo reacciona tu piel con el tatuaje, con la tinta, con la aguja, cómo va cicatrizando y todas estas cosas, que son fundamentales.
También es importante que conozcas tu nivel soportable de dolor. Hay quien no sufre nada y hay quien lo pasa fatal con un tatuaje, no solo en el momento de hacerlo, también con la cicatrización y los cuidados posteriores.
[nextpage title= «Plástico»]
Cuando te hagas el tatuaje, pregunta primero cómo va a ser aquello de poder ducharte cuando lo tengas recién hecho. Es mejor que lo tengas claro y lo sepas antes de tenerlo ya hecho, para saber a qué te vas a enfrentar.
Debes saber que no es nada conveniente mojarlo durante mucho tiempo después de hacerlo, y mucho menos hacerlo con agua caliente, que es como solemos usar el agua de la ducha. Puede ser algo complicado dependiendo de la zona.
Puedes optar por enjabonarte zona a zona, poco a poco, sin meterte en la ducha, o proteger la zona del tatuaje envolviéndolo con un plástico film de envolver. No te queda otra porque lo que no debe pasar es que se moje. Nunca.
[nextpage title= «Crema protectora»]
Una vez que te has tatuado debes utilizar una crema protectora. Sea cual sea la motivación que te lleva a decidir hacerte un tatuaje, algo que sí debes hacer de cualquier forma es proteger tu piel y ayudarla a que logre regenerarse bien.
No importa que tu piel esté sana y bien hidratada, al hacerte un tatuaje, tu piel puede quedarse con sensibilidad, ya que vas a alterar su epidermis, la capa externa de la piel, y eso puede provocar irritación, enrojecimiento y hasta picor.
Una crema que recomiendan muchos tatuadores es Bepanthol, ya que el pantenol y los lípidos son sustancias naturales presentes en la piel que la protegen e hidratan, esta crema ayuda a tu piel en su función barrera, evita la pérdida de agua y mantiene la humedad de la piel.
[nextpage title= «Sol y tatuajes»]
A un tatuaje recién hecho no debe ni puede darle el sol, además, cuando ya está cicatrizado el sol también le sienta mal. Lo más importante es recordar es que el sol y el tatuaje no son amigos ni van a serlo nunca.
Esto además de tenerlo en cuenta con los tatuajes recién hechos, hay que tenerlo en cuenta siempre, con cualquier tatuaje, da igual el tiempo que lleve hecho. Un tatuaje no cuidado se nota porque no ha sido protegido del sol y se empieza a despintar.
Además, el sol y el despintarse hace que el tatuaje tome un tono más verde que negro, horroroso y poco estético que no querrás sufrir. El sol le afecta directamente, haciendo que pierda su color y nitidez. Lo conveniente es aplicar un factor 40 o más sobre el tatuaje cuando ya puedas estar al sol con él.
[nextpage title= «Zonas dolorosas»]
Si es el primer tatuaje que vas a hacerte deberías tener en cuenta que hay zonas mucho más dolorosas que otras. Las zonas más dolorosas incluyen partes del cuerpo como las caderas, las costillas, la parte trasera de las rodillas, las axilas.
También duele infinito en la parte interior de los codos, los pezones, los labios y los genitales, entre otros lugares. En ciertos lugares es mejor no pensar en tatuarse, a no ser que sea cuestión de que no se puede vivir sin un tatuaje ahí.
Si eliges una zona de alto dolor puedes acabar desmayándote de dolor o incluso suplicando que dejen de tatuar, imagina ese momento en el que dejas un tatuaje empezado a medio porque no puedes aguantar el dolor. Ni con crema anestésica.
[nextpage title= «No vayas solo»]
Es recomendable que no vayas a hacerte un tatuaje solo, lo mejor es que te acompañe un amigo o una amiga y, a ser posible, que pueda estar contigo y el tatuador en la sala de tatuaje. De esto debes informarte antes de elegir.
Así tendrás varias ventajas, una de ellas es que te ayudará a calmarte si la idea de tatuarte te crea algo de estrés, lo que es posible y bastante probable. Un acompañante lo hará más fácil, porque le quitará presión al momento.
Además, está la opción de que esta persona esté mirando y te vaya contando cómo va quedando si tú no ves, cuanto lleva el tatuador, y cosas así. Compartir un momento así es, además, para toda la vida, siempre recordarás quién estuvo contigo en ese momento.
[nextpage title= «Boceto»]
Tienes que tener clarísimo lo que te quieres tatuar, no solo el lugar, también el dibujo lo más exacto posible, tamaño, inclinación etc. Es muy recomendable llevar un buen boceto al tatuador, puedes coger muchas imágenes en la red.
Si no logras encontrar un boceto adecuado, puedes consultar al tatuador si puede quedar contigo para diseñar ese boceto, o si puede diseñarlo antes de que tú llegues para que lo veas sobre papel. No dejes que te tatúe nadie que no sepa hacer un buen boceto, no basta con tirar cuatro líneas.
Si hay que pagar por la cita previa del diseño, hazlo, es mejor esto que arrepentirte cuando lo veas terminado y no se parezca en nada a lo que tenías en mente. No arriesgues en algo como un diseño de un tatuaje, que es para siempre.
[nextpage title= «Retoques»]
En un buen estudio de tatuaje siempre te darán la opción de realizar retoques dentro de un periodo de tiempo concreto. Es decir, tienes que fijarte bien cuando llegues a casa si está perfecto, y si no lo crees así, vuelve.
Así que es algo que tienes que hablar con el tatuador antes de empezar, si no te ofrece este tipo de garantías no es de mucha confianza, ya que deben estar seguros de que lo harán bien, pero también de que quedes contento.
Eso sí, retintar no es parte de esta obligación, si con el tiempo se empieza a borrar un poco, o cambia el color, esto hay que pagarlo aparte. Hay estudios que si te haces un nuevo tatuaje te retintan gratis el primero. Pregunta.
[nextpage title= «No elijas lo barato»]
Un tatuaje es para siempre, y se va a ver muchas veces a lo largo de la vida, no solo lo verás tú, que es muy importante, también lo verán los demás. Invierte dinero en ese tatuaje y no elijas lo más barato, elige lo mejor.
Imagina un tatuaje que no se parece a lo que quieres, un tatuaje mal acabado, o incuso un tatuaje que acaba haciéndote daño en la piel, infectándose por falta de higiene en el estudio o porque no saben hacerlo bien.
Recuerda, tatuarse algo es una inversión. Si es un tatuaje grande va a ser caro, no es algo que se pueda conseguir hacer bien y que sea económico, es casi imposible, a no ser que tengas un mejor amigo tatuador magistral y llegues a un acuerdo.
[nextpage title= «No tengas miedo»]
No tengas miedo de hacerte el tatuaje. Si tienes realmente algo así como pánico es mejor que te olvides. Hacerse un tatuaje tiene que ser una buena experiencia, algo que haces porque quieres, que disfrutas cuando lo haces y después.
Vas a notar un pequeño pinchazo, vas a notar después que te arañan la piel, y a veces duele, pero eso no quiere decir que tengas que ir aterrorizado, no es para tanto. Sobre todo mucha calma antes de empezar.
Y hasta aquí los diez consejos, las diez cosas que tienes que tener en cuenta si te estás planteando tatuarte, no olvides ninguna de estas cosas cuando decidas empezar la búsqueda de tatuador ni cuando ya te hayas tatuado. Y disfruta.