Conducir puede ser divertido para unos, pero muy estresante para otros. Hay conductores que sufren (amaxofobia) ansiedad o incluso ataques de pánico cuando se ponen al volante o piensan que tienen que hacerlo. Es lo que se conoce como amaxofobia o miedo a conducir.
Es una enfermedad que hay que tratarla directamente con un psicólogo y no hay que confundirla con ciertos miedos puntuales que tienen algunos conductores.
Los síntomas que produce esta fobia son: Te pones nervioso, te entra ansiedad, sientes que no puedes respirar, te sudan las manos, aumenta el ritmo de las palpitaciones, te tiemblan los brazos y las piernas o tienes dolores musculares y, por último,sientes miedo y te ves incapaz de afrontar la conducción.