Italia es el destino turístico preferido por los españoles y su capital, Roma, es la tercera ciudad en esta clasificación, solo superada por París y Lisboa. La economía italiana, de hecho, se nutre en buena medida del turismo español, que es el principal en el país. Cada año, los aeropuertos italianos reciben más de tres millones de pasajeros procedentes de España, una cifra muy superior a los 2,1 millones que llegan desde los Países Bajos o los 1,7 que hacen lo propio desde Polonia.
La relación entre las regiones de la peseta y la lira es histórica, y abarca diferentes factores como una proximidad en el idioma, el carácter sureño, la gastronomía mediterránea y el interés por la cultura y la historia. A estos aspectos sociales y culturales, se suma uno más reciente: las buenas conexiones existentes entre los aeropuertos de ambos países. En 2023, el español que quiera visitar Roma puede hacerlo desde quince lugares diferentes. Prácticamente toda la Península Ibérica que habla español y las islas, Baleares y Canarias, están comunicadas de forma directa y con una frecuencia semanal bastante amplia con la capital italiana.
Los viajes a Italia también se pueden organizar con otro punto de destino, entre los que destaca Milán, en el norte. Si bien el turismo es el motivo principal de estos viajes, en el caso de la capital de la moda hay un importante componente comercial. Muchos empresarios y trabajadores españoles viajan hasta esta ciudad de Lombardía para asistir a ferias y eventos. De hecho, hay más frecuencia de vuelos que en el caso de Roma. Veinte ciudades españolas están conectadas, de forma directa y por avión, con Milano. Entre ellas destacan Lanzarote, Santiago de Compostela, Zaragoza o Vitoria; destinos con poca afluencia de pasajeros.
A poco más de trescientos kilómetros se ubica Florencia, otro de los destinos turísticos de referencia en Italia. El viaje sin escala puede hacerse desde Bilbao, Barcelona o Madrid. Una alternativa es viajar hasta Pisa, con una mayor oferta de vuelos. Es una de las visitas obligadas en esta región, así que tomar este camino no supone un cambio de rumbo.
La zona del sur no es tan frecuente en los viajes a Italia, si bien empieza a ganar protagonismo. La costa Amalfitana es cada vez más popular y la mejor opción para llegar a ella es a través de Nápoles. En la zona del Adriático, la propuesta empieza por Bari, un enclave portuario industrial que es la puerta para acceder a playas y paisajes de gran calidad, pese a que no son tan conocidos como otros puntos costeros del país, como la isla de Cerdeña. Alicante, Sevilla y Valencia, además de las dos principales ciudades españolas, ofrecen vuelo directo con este destino.