Comprar una casa o piso se encuentra entre las inversiones más grandes que podemos asumir en la vida. Acudir a una empresa especializada en la Gestión Técnica de la Vivienda es la forma correcta de evitar que la decisión se convierta en la peor pesadilla.
La ventaja de este tipo de servicios radica en que dejamos en manos profesionales la completa revisión del inmueble antes de cerrar la venta. El grupo de expertos no sólo se encarga de revisar los elementos directamente relacionados a la parte estructural, sino también la ubicación, la accesibilidad de servicios y nivel de seguridad.
Si aún tienes dudas respecto a las ventajas de contratar el servicio, entonces presta atención a la lista de problemas que pueden surgir a la hora de comprar cualquier tipo de inmueble.
¿A qué nos enfrentamos cuando compramos una vivienda?
En la mayoría de los casos, los daños estructurales pasan desapercibidos, sólo los especialistas en la materia tienen los conocimientos y herramientas para detectar desde inconvenientes en las cañerías hasta imperfecciones en el sistema eléctrico.
La inspección de las condiciones reales del inmueble puede marcar la diferencia entre vivir tranquilos o enfrentar una avalancha de problemas, sobre todo, cuando se trata de una vivienda usada.
La falta de experiencia ante la complejidad que supone el proceso de compraventa puede desencadenar una serie de problemas, comenzando por el cálculo equivocado del precio final. Entre los errores recurrentes sin duda se encuentra la incapacidad para hacer números de manera realista.
Frente a la idea de haber encontrado la casa soñada se nubla nuestro juicio y caemos en la equivocación de descuidar los detalles, pasando por alto factores cruciales en la transacción, por ejemplo, el incremento del precio a causa de los impuestos y los que se derivan de la gestión de documentos.
El precio y las contraofertas rechazadas
Sin duda, el precio es el aspecto decisivo en cualquier transacción inmobiliaria. En este sentido, el primer desafío que enfrentamos es llegar a un acuerdo justo para ambas partes.
Solicitar una tasación de la propiedad, es la alternativa que garantiza el precio real sin derecho a objeción. Debemos recordar que la firma del contrato implica aceptar todas las condiciones del vendedor, por lo que no hay vuelta atrás sin el riesgo de enfrentar consecuencias legales.
La astucia es elemental al momento de negociar, especialmente cuando enfrentamos a vendedores que plantean una contra oferta inesperada. Frente a este escenario, lo mejor es mantener la calma y no tomar decisiones precipitadas.
En caso de terminar pagando más, lo más conveniente es intentar negociar un beneficio adicional sin incurrir en el descontento o la frustración, al igual que nosotros, los propietarios quieren sacar el máximo provecho.
Demoras en la aprobación
Otra barrera habitual en el camino hacia la vivienda soñada viene de la mano del tiempo que debe transcurrir antes de completarse el proceso. Por lo general, el plazo promedio es de tres meses de espera en el mercado actual, un lapso suficiente como para caer en la desesperación y ver aparecer el interés por otro inmueble.
Tanto la paciencia como una buena comunicación con el propietario son elementales; asimismo, nos conviene tener contacto directo con el banco al que pertenece la propiedad y la entidad que lleva a cabo el trámite hipotecario.
La razón de este consejo se sustenta en los dolores de cabeza que generalmente llegan ante el limitado tiempo después de la aprobación de la transacción. Considerando que después del cierre contamos con dos semanas para cerrar el trato, es necesario adelantar los trámites cuando el capital proviene de un crédito hipotecario.
Permitir que las emociones se apoderen de la situación
La complejidad del proceso de compra y los posibles “no” a los que tenemos que enfrentarnos, pueden desencadenar, rabia, desesperación, ansiedad y mucha frustración. Antes de perder el control y dejarnos arrastrar por los impulsos, conviene hacer una pausa y entender que los problemas son inevitables.
La forma inteligente de asumir la situación es actuar con cautela y tomar decisiones basadas en el análisis y la objetividad. Como en cualquier otra transacción que involucra dinero, comprar una vivienda requiere estar atento y mantener la calma.
¿Cuáles son las equivocaciones habituales que debemos evitar?
Ahora que conocemos los problemas más comunes que podemos enfrentar, es tiempo de echar un vistazo a los posibles errores que suelen cometer los novatos y que cuestan más que la inversión monetaria.
Desconocer el funcionamiento de la hipoteca y descuidar las tasas de interés
Como inexpertos en la materia, es común dar por sentada la hipoteca cuando la realidad es que el financiamiento de la entidad, en el mejor de los casos, únicamente cubre el 80% del valor del inmueble.
Por otro lado, no podemos olvidar los gastos adicionales que acompañan al préstamo, así como el pago de impuesto y el plazo de vencimiento. Visitar la entidad bancaria involucrada y verificar los detalles del crédito hipotecario puede ahorrarnos muchos problemas.
Asimismo, antes de hipotecar es necesario reflexionar en lugar de elegir el interés variable sin considerar todo el panorama. Aunque en general hablamos de la opción más atractiva respecto al interés fijo en la actualidad, merece la pena tomar en cuenta si podemos enfrentar las mensualidades a largo plazo ante el aumento del porcentaje.
Utilizar todos los ahorros e hipoteca a la compra
Indiscutiblemente, un error garrafal es invertir todo el capital ahorrado en la compra y pasar por alto que necesitaremos algo de dinero para acondicionar la vivienda, o en su defecto, instalarnos en ella. A ello se suman todos los problemas que podemos enfrentar sin un colchón que nos brinde soporte frente a cualquier imprevisto.
Particularmente hablando del crédito hipotecario, la regla de oro es nunca sobrepasar el 30% de los ingresos en el pago de la cuota mensuales, este tiende a ser el camino directo al endeudamiento.
Negarse a buscar asesoría
Como comentamos al principio, los especialistas en gestión técnica de la vivienda son profesionales capacitados para acompañarnos durante todo el proceso. Sus conocimientos del mercado les permiten estudiar las repercusiones de la compra a largo plazo.
Por tendencia, la inexperiencia es la ruta que conduce al fracaso, en este caso, a vernos envueltos en una compra incorrecta o que no cumplirá nuestra expectativas a largo plazo.