Ante la crisis inflacionaria que vive el país producto, entre otras cosas, del conflicto Ucrania – Rusia, los españoles están cambiando no solo sus viejos hábitos de compras, sino de alimentación y vestido con el objetivo de estirar lo máximo posible el sueldo.
Estos datos se han dado a conocer después de una encuesta realizada por idealo.es. En el estudio se muestra una tendencia a realizar compras en pequeños comercios como una medida para ahorrar y como dato curioso, el mayor porcentaje de la población, un 69 % de los españoles que han optado por esta estrategia son jóvenes entre 25 y 34 años de edad.
Una tendencia que obviamente están aprovechando los pequeños comercios, que como sabemos fue uno de los sectores más afectados después de la pandemia Covid-19 y frente al acaparamiento del mercado por parte de las grandes transnacionales.
Los pequeños comercios cada vez más ofrecen mejores precios a los clientes en un intento por competir con las grandes compañías, esto se ve reflejado, según el estudio en productos deportivos, salud e incluso el sector informático.
La pregunta que nos hacemos todos, es hasta cuándo estarán presentes estos nuevos hábitos en la vida de los consumidores españoles, tal vez esta crisis inflacionaria sirva para que algunos reaccionemos sobre los hábitos de consumo y si el pequeño comercio resulta beneficiado, pues ya era hora.
Los cambios en los hábitos de consumo de los españoles ante la inflación
En un informe publicado recientemente por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), más de un 25 % de las familias españolas han presentado problemas para cubrir los gastos de alimentación, siendo las familias más afectadas aquellas que tienen niños a cargo (59 %), quedando en segundo lugar las familias donde alguno de los integrantes se encuentra en situación de desempleo (51 %) y en tercer lugar, aquellas familias que viven de alquiler (46 %).
Dentro de los hábitos en los que se muestran cambios, destacan el ahorro de la energía en el hogar, la movilidad (por el tema de los precios del combustible), la alimentación y los cuidados de la salud.
Los españoles han optado por bajar la calefacción, y han dejado de utilizar electrodomésticos, dejan de comprar alimentos no esenciales, han dejado de consumir carne y pescado y se inclinan por marcas menos reconocidas, además han reducido considerablemente los gastos destinados al ocio y el entretenimiento, las salidas restaurantes y algunos incluso han cambiado los planes de vacaciones.
Ahora son más los españoles que caminan al trabajo o utilizan la bici, evitando utilizar el coche y más el transporte público, el tema de la ropa y el calzado parece ser otro de los involucrados en estos cambios de hábitos, según la OCU la gente ha dejado de comprar o aplazado la compra de ropa y calzado y se han cancelado las visitas al dentista, se ha incrementado el consumo de productos perecederos como las latas y extrañamente, nuevamente ocurre este fenómeno que ya hemos visto durante la pandemia, los españoles han acumulado productos esenciales como el papel higiénico.
En general los españoles han optado por sacrificar la calidad de los productos en un intento por hacer frente a la inflación, con productos con precios bajos.
El IPC en el 2023, los supermercados y el pequeño comercio
Mientras los españoles descubren con asombro que han tenido que cambiar muchos de sus viejos hábitos de consumo, durante el mes de febrero el IPC se elevó, según la información oficial la tasa de variación anual del IPC ha sido de 6 %, una décima por encima a la del mes anterior, estamos hablando de una variación mensual de 0.9 %, lo que arroja como resultado una inflación acumulada de 0,7 % en 2023.
Por otro lado los grandes supermercados parecen ser los más beneficiados con esta crisis inflacionaria y muchos indagan sobre las razones, porque según los últimos estudios el 93 % de los consumidores españoles ahora optan por marcas blancas en pequeños comercios y por la compra de alimentos frescos que puedan cocinar en casa.
La respuesta está en el estudio realizado por la Consultora Estratégica Oliver Wyman, donde se revela que los supermercados se mantienen como los establecimientos de referencia a la hora de hacer la compra de alimentos, a pesar de que más del 40 % de los consumidores perciben la ventaja económica de comprar en los pequeños comercios, siguen comprando en los supermercados incluso ahora más que hace un año.
Y es que los supermercados utilizan todas sus armas y estrategias a la hora de captar nuevos clientes y sobre todo conservarlos, ofrecen una mayor variedad de productos, máxima comodidad, se acercan a la necesidad del cliente y ofrecen en un solo espacio todo lo que necesita, permitiéndoles ahorrar tiempo.
Pero la realidad nos muestra un escenario bastante nublado para la economía española actualmente y que amenaza con oscurecerse aún más si continúa la recesión económica mundial que ha generado la crisis energética del conflicto Ucrania – Rusia. Los expertos creen que la inflación podría seguir incrementándose durante los próximos meses por el incremento de los precios en el mercado energético y el de los alimentos y el comportamiento de los salarios.