Fin de semana, un grupo de amigos y ganas de ir de tragos y tapas. Sí, en España puedes conseguir muchos bares, pero definitivamente si quieres tener una experiencia que te dé un viaje en el tiempo, debes ir a los más antiguos, esos en los que muchas veces el tiempo parece haberse detenido y en los que el disfrute de unas cervezas se disfruta de una manera muy diferente.
Son muchos los bares que se inauguran, duran un tiempo y luego desaparecen; sin embargo, también hay otros que resisten más que unos años y tienen siglos de antigüedad. Conócelos y ve por un trago cuando quieras.
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La historia de Lhardy, uno de los bares más antiguos de España, ya va por el tercer siglo (fue fundado en 1839) y además, fue el primer restaurante español en ser concebido bajo los esquemas de lo que hoy es la restauración.
En este bar, no solo se disfrutan tragos, sino que también se experimenta la más sutil experiencia de compartir con amigos en un ambiente de estilo isabelino que resalta el romanticismo y las normas de etiqueta. Ofrecen comidas, cenas, desayunos e incluso pastelería gourmet; y su concepto ha evolucionado hasta llevarlos a ofrecer sus comidas a domicilio en toda Madrid.
