El hospital de campaña del Equipo Médico de Respuesta en Emergencias (START) de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en Iskenderun, en el sur de Turquía, recibirá este jueves el tercer y último relevo de su personal para atender a los afectados por los terremotos registrados el 6 y el 20 de febrero.
En concreto, viajarán hasta Turquía un nuevo grupo de 58 personas compuesto de 36 profesionales sanitarios del sistema público de salud procedentes de trece comunidades autónomas, así como cuatro bomberos del Ayuntamiento de Madrid, cuatro logistas del SUMMA 112 y un efectivo del ERICAM. A ellos hay que añadir, la unidad de apoyo psicosocial de Médicos del Mundo, así como una farmacéutica de Farmamundi, junto con personal de cocina.
Este grupo dará el relevo a los 64 profesionales que viajaron hasta Iskenderun el pasado 23 de febrero y que asumieron la tarea que había desempeñado un primer equipo de 82 sanitarios y logistas que se trasladaron a Turquía apenas 72 horas después del terremoto del 6 de febrero y que el 13, una semana después, abrían las puertas del hospital.
Desde entonces, el hospital, que cuenta con quirófano, ha atendido a 5.800 personas, con una media de unas 250 diarias, y ha registrado nueve nacimientos. El hospital de campaña español está ayudando a suplir la falta de atención sanitaria en Iskenderun y sus alrededores, ya que los hospitales y centros de salud se derrumbaron por el seísmo o han cerrado sus puertas por temor a que las réplicas puedan provocar nuevos colapsos.
Según ha explicado AECID en un comunicado, este será el último relevo, por lo que finalmente el START estará desplegado durante mes y medio en Turquía. Al frente de la misión quedará ahora Cristina Gutiérrez, jefa de la Oficina de Acción Humanitaria de AECID, que lidera el proyecto START.
La agencia de cooperación ha justificado que el grupo sea ahora más reducido a que se han producido «avances de las autoridades turcas en el restablecimiento de los servicios sanitarios para la población». Por este motivo, el hospital español cerrará su quirófano y reducirá su capacidad de hospitalización.
Por contra, se mantendrán los servicios de traumatología, ginecología, pediatría, fisioterapia, radiología y urgencias que se han venido prestando hasta ahora. A cambio, el servicio de psicología y psiquiatría será reforzado al permanecer uno de los psiquiatras de Médicos del Mundo y unirse a él dos expertos más de la ONG para prestar apoyo psicosocial.
Además de la atención brindada en el propio hospital, el equipo psicosocial ha realizado talleres con niños en el campamento para desplazados próximo al hospital y que alberga a unas 1.000 personas. Asimismo, tienen previsto llevar a cabo una sesión de formación sobre respuesta ante el estrés y ‘burnout’ a unos 15 profesionales de la administración distrital de salud.
Por otra parte, el equipo de logistas que, habitualmente, vela por el buen funcionamiento del hospital, la gestión de residuos, el suministro de electricidad y agua y saneamiento, ha instalado puntos de agua potable y duchas en el campamento de personas desplazadas próximo al hospital, mejorando así el acceso al agua potable para consumo e higiene.