La Policía Nacional ha detenido a un hombre de 24 años como presunto autor de dos delitos de agresión sexual con penetración y 15 de ‘child grooming’ o ciberacoso sexual de menores (delito contra la libertad e indemnidad sexuales que castiga a aquellos que contacten a través de internet, de teléfono o de cualquier otra tecnología con un menor de 16 años y le proponga un encuentro para realizar actos de carácter sexual).
La investigación, efectuada durante meses por la UFAM (Unidad de Atención a la Familia y Mujer) de la Jefatura Superior de Navarra, se inició a raíz de la denuncia interpuesta por una adolescente víctima de agresión sexual. La chica describió que el presunto agresor, haciéndose pasar por menor de edad, se puso en contacto con ella a través de redes sociales y, tras mantener conversaciones inocentes durante algún tiempo, le fue sonsacando datos personales. Después, le propuso intercambiar fotografías que finalmente tuvieron contenido sexual y, en último lugar, concertó un encuentro donde intentó agredirla sexualmente, ha explicado la Policía Nacional.
La primera fase de la investigación se centró en identificar a la persona tras el perfil en redes sociales utilizado para embaucar, con fines sexuales, a la menor.
Por este primer hecho, el presunto autor fue localizado y detenido en el País Vasco y puesto a disposición de la Autoridad Judicial a finales de 2022. El Juzgado instructor del caso decretó autorización de entrada y registro en el domicilio del detenido con el objetivo de determinar si, entre sus objetos digitales, pudiera existir algún archivo pornográfico o/y otros medios de captación de imágenes relacionadas con pornografía infantil.
Del análisis de los dos ordenadores portátiles, cámara de fotos y varias memorias fotográficas, así como de dos teléfonos móviles, no se obtuvieron datos de interés para la investigación. Sin embargo, el estudio del teléfono móvil intervenido durante la detención aportó nuevos datos que apuntaron a que el presunto autor podía estar y haber estado en contacto con otras menores de edad, dando comienzo a la segunda fase de la investigación.
Analizando conversación por conversación, tanto en el teléfono como en la redes sociales del detenido, los investigadores fueron recabando información de posibles víctimas. Examinaron años de interacciones en perfiles de redes sociales para localizar a las menores afectadas consiguiendo demostrar dos agresiones sexuales con penetración y hasta 15 casos de ‘child grooming’ o ciber acoso a menores.
Cabe destacar que, cuando ocurrieron los diferentes hechos, todas ellas eran menores de 16 años y, por tanto, el posible consentimiento prestado carecía de validez jurídica. Además, no existía proximidad de edad (algunas tenían 12 años y el detenido 19) ni tampoco mental entre víctimas y presunto autor y ninguna había contado nada a sus padres.
Asimismo, residían en diferentes ciudades, algunas situadas incluso en provincias diferentes de la de residencia del presunto autor, no dudando este en desplazarse para facilitar los encuentros.
Por todos los nuevos datos obtenidos, el grupo de investigación procedió a su detención el pasado uno de marzo y su puesta a disposición de la Autoridad Judicial. Debido al volumen de víctimas localizadas y a la gravedad de alguna de las manifestaciones, el primer bloque de la investigación ha sido cerrado y puesto a disposición judicial, continuándose con las gestiones tendentes a localizar e identificar a nuevas víctimas.
‘MODUS OPERANDI’
Los investigadores señalan que el patrón de comportamiento seguido por el presunto autor concluye en un tipo delictivo muy definido en este tipo de agresor sexual.
En primer lugar, intenta contactar con chicas jóvenes a través de redes sociales. Estas interacciones las realiza en perfiles a los que llega a través de conocidos o personas a las que manda invitación. Cuando las menores le agregan a sus conocidos, mantiene con ellas conversaciones inocentes o ingenuas, sin fondo, hasta que va ganando su confianza y les pide fotografías personales y un número de teléfono móvil para hablar directamente con ellas a través de aplicaciones de mensajería instantánea.
Conseguido esto, su único interés es obtener imágenes de la adolescente desnuda para alimentar su lívido y posteriormente intenta encuentros en persona, sin importarle el lugar de residencia. Siempre se muestra dispuesto a desplazarse y quedar.