El fiscal reduce de 15 a 9 años y diez meses la solicitud de pena por reconocimiento de los hechos y adaptación a la Ley ‘solo sí es sí’
El acusado de entrar en una vivienda donde se encontraba una mujer de 79 años, a la que arrastró por el pasillo, tiró al suelo y agredió sexualmente, y de la que se llevó joyas y un reloj, ha reconocido los hechos y ha aceptado los nueve años y diez meses de prisión que pide la Fiscalía por delitos de robo con violencia, agresión sexual, usurpación de funciones y lesiones.
Así lo han acordado ambas partes tras llegar a una conformidad este miércoles en la Audiencia Provincial, donde se ha celebrado el juicio contra el acusado, en prisión provisional desde que tuvo lugar el suceso en febrero de 2021, en Islares (Castro Urdiales), que se ha declarado culpable y ha pedido «disculpas y perdón» a la víctima.
El fiscal ha reducido la solicitud de pena para el acusado de 15 a nueve años y 10 meses de cárcel por reconocimiento de los hechos y adaptación a la Ley ‘solo sí es sí’. En concreto, se ha pasado de cinco a tres años y siete meses la petición de pena por el robo, de ocho a cinco años y tres meses la de la agresión sexual y de dos a un año la de usurpación de funciones. Asimismo, se han acordado 15 de alejamiento y prohibición de comunicar con la mujer y diez años de libertad vigilada tras la salida de prisión.
Además, el acusado deberá pagar una multa de 180 euros por las lesiones leves, 1.015 euros por responsabilidad civil y 12.000 euros por daño moral, así como el valor de los objetos sustraídos –que no han sido localizados– y los gatos del Servicio Cántabro de Salud (SCS).
Según el escrito de la Fiscalía, el acusado aprovechó que la puerta de la vivienda de la mujer estaba abierta para acceder a su interior con intención de robar. Dentro se encontró a la anciana, que estaba sola, y se abalanzó sobre ella, la arrastró por el pasillo y la tiró al suelo, «donde la golpeó reiteradamente en el rostro mientras le gritaba ‘¿Donde está el dinero?».
En el transcurso de la agresión, «le mostró el pene y se tumbó encima de ella» y le decía «¿quieres follar?, estás muy buena», mientras la mujer «lloraba y le pedía que se quitara de encima que le dolía mucho la espalda», pero el acusado «hizo caso omiso, abriéndole la camisa para tocarle el pecho y los genitales». La mujer finalmente «consiguió quitárselo de encima arañándole en la cara», y el hombre abandonó el domicilio llevándose joyas y un reloj que no han sido recuperados.
Además, el acusado haciéndose pasar por un agente de la Guardia Civil, volvió al lugar de los hechos junto al marido de la mujer, a quien se había acercado en el bar del pueblo tras la agresión. Una vez en la puerta de la vivienda, intentó acceder al domicilio identificándose ante el agente que custodiaba la puerta como Guardia Civil, e interesándose por los detalles del suceso».
Como consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió traumatismo craneoencefálico leve, fractura de nariz y hematomas por todo el cuerpo, cuyos daños tardó en sanar 25 días y no la dejó secuelas. El juicio ha quedado visto para sentencia.