El arbitraje es un sistema de resolución de disputas alternativo a los tribunales de justicia por el que las partes en conflicto acuerdan someter la controversia a la decisión de un tercero neutral, el árbitro, para su resolución definitiva.
Se trata de una alternativa interesante para profesionales y empresas que ofrece un mecanismo idóneo para resolver las disputas que inevitablemente surgen en el curso ordinario de sus negocios.
A diferencia de los tribunales de justicia, el arbitraje ofrece una solución temprana y vinculante para las partes a cuestiones que no admiten demora, y lo hace a través de un procedimiento imparcial, confidencial y flexible sometido a la decisión de un experto en la materia objeto de discusión.
El procedimiento arbitral concede a las partes la posibilidad de elegir al árbitro (uno o tres, según los casos) que decidirá sobre la disputa, la sede del arbitraje, la ley aplicable o el idioma en el que se desarrollará el procedimiento, lo que sin duda contribuye a conformar un entorno de imparcialidad y confianza en el proceso.
La mejor prueba del clima de seguridad e intimidad que conforma el arbitraje es que un buen número de procedimientos finaliza mediante la consecución de soluciones negociadas entre las partes, las cuales con carácter general suelen resultar más satisfactorias y ajustadas a los intereses de aquellas.
Además, al ser un procedimiento genuinamente confidencial, se evita que la existencia de conflictos dentro de la propia organización o con terceros se traslade a la opinión pública, protegiendo la imagen de los litigantes.
En los últimos años, el arbitraje ha experimentado un desarrollo muy significativo en España, convirtiéndose en uno de los países preferidos para litigar tanto para operadores nacionales como extranjeros, que aprecian la seguridad jurídica que ofrece la Ley Española de Arbitraje para la eventual ejecución del laudo y valoran positivamente el desempeño de las instituciones de arbitraje nacionales por la versatilidad de las diferentes soluciones que ofrecen ante las necesidades de los litigantes: adopción de medidas cautelares mediante árbitro de emergencia, procedimiento abreviado o fast-track para cuestiones de menor cuantía…
Pero, sin duda, una de las principales fuerzas impulsoras del arbitraje en España es la posibilidad de “litigar a coste cero” a través de la financiación de un tercero, que permite a las partes defender adecuadamente su posición sin destinar recursos internos ni comprometer la viabilidad de su negocio.
El equipo de Ius+Aequitas trial lawyers cuenta con una extensa experiencia en procedimientos arbitrales domésticos e internacionales, habiendo intervenido como árbitros y abogados en numerosos procedimientos arbitrales administrados por la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, la Corte Española de Arbitraje y el International Centre for Dispute Resolution, entre otras.
Asimismo, dispone de una amplia red de contactos con despachos de abogados extranjeros que permite ofrecer una solución integral en litigios multijurisdiccionales y un destacado porfolio de terceros financiadores para satisfacer las necesidades de crédito para el procedimiento.