La polémica rodea de nuevo a Kiko Rivera. El pasado mes de octubre, días después de ser ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla tras sufrir un ictus, familiares de un enfermo denunciaban a través de redes sociales el presunto trato de favor que estaban recibiendo tanto el hijo de Isabel Pantoja como los rostros conocidos – como Raquel Bollo o Luis Rollán – que se habían acercado al centro médico para visitarlo.
Una ‘denuncia’ pública que, como ha trascendido ahora, se ha llevado por delante varios puestos de trabajo. Juan Carlos, exvigilante de seguridad del hospital, ha hablado y ha revelado que fue despedido por el presunto favoritismo que hubo con Kiko durante su ingreso. Algo que ha negado rotundamente, insinuando que su despido y el expediente disciplinario abierto a dos compañeros suyos se debió a que, tras la polémica desatada en Twitter, «había que cortar cabezas».
Una noticia que ha pillado completamente por sorpresa al Dj que, a su regreso a Sevilla tras actuar en Barcelona este sábado, ha confesado «no tener ni idea» sobre los despidos por su supuesto trato de favor durante los días que estuvo ingresado tras sufrir un ictus.
Parco en palabras como de costumbre, Kiko ha evitado revelar si irá a Cantora esta semana a ver a su madre cuando la tonadillera regrese de su exitosa gira por Norteamérica, produciéndose así un reencuentro que ambos llevarían esperando más de un año.
Un silencio por el que también ha optado cuando le hemos preguntado por el último varapalo sufrido por Isabel Pantoja, ya que unos vándalos han entrado en el local de ‘Cantora Copas’ en Marbella – cuya concesión pertenece a su progenitora hasta 2024 – y lo han destrozado completamente. Una noticia que parece no afectar al Dj, impasible pese a que en su día él mismo hizo sus pinitos como camarero en el restaurante que ahora se desconoce si su madre arreglará para volver a alquilar o si, por el contrario, renuncia a él.