El cochinillo asado es un plato tradicional de Castilla, y es especialmente famoso cuando se prepara en la ciudad de Segovia. Está elaborado a base de un cochinillo lechal sazonado y sometido a una cocción muy cuidadosa, lo que da como resultado un cochinillo asado con una piel crujiente, pero que conserva una carne tierna y llena de mucho sabor.
Este es uno de los platos con sabor a tradición a los que pocos se niegan en España, y prepararlo para que quede perfecto tiene su truco. ¡Quédate a conocerlo y prepáralo como un experto!
9Como hacer que la piel quede crujiente
Una vez que el cochinillo este cocido por completo, debes aumentar la temperatura del horno de 190 °C, lo debes subir a 220 °C, con la finalidad de hacer que la piel quede tostada.
Cuando este listo retira del horno, y para comprobar si la piel quedo bien crujiente, bastará con darle unos golpecitos. Al golpear, tendrá un sonido característico de algo rígido y frágil, que, además, es muy fácil de romper.