Daft Punk vuelve a bailar por los 10 años de ‘Random Access Memories’

Aunque estén separados la influencia del duo de electrónica francés Daft Punk sigue siendo evidente en el género. Desde su irrupción en 1997 con el extraordinario ‘Homework’ pocos grupos supieron vivir sobre la cuerda floja que divide los mundos de la música de culto y el pop más ‘radiable’, o ‘streameable’. Pero el que resulto ser su último disco, el impecable ‘Random Access Memories’, es una aplanadora que revivió el sonido de los 70 y lo arrastró al presente a base de sonidos artificiales, sintetizadores y voces pasadas por un autotune hasta transformarlas en robots.

Lo cierto es que es difícil imaginar el panorama del pop moderno, llenos de reinvenciones nostálgicas gracias a artistas como Harry Styles, Dua Lipa o The Weeknd, sin pasearse por el éxito de este disco. Desde la publicación de ‘Get Lucky’, la icónica colaboración con Pharrell Williams, fue evidente que Daft Punk tenía algo especial entre manos: quizás el disco mejor producido de lo que va de siglo, lleno de canciones que van desde lo más pegajoso del pop como ‘Loose Yourself to Dance’ o ‘Fragments of Time’, hasta experimentaciones épicas dentro del mundo electrónico como ‘Giorgio by Moroder’ y ‘Touch’.

No es casual, por tanto, que el grupo haya decidido tomarse un breve descanso de su retiro para relanzarlo en digital y en vinilo con 30 minutos de material nuevo. Desde demos alternos de algunas canciones hasta temas nuevos, o versiones sin los colaboradores, estos 30 minutos prometen ser especiales para los fanáticos más acérrimos del grupo. Pero para el resto una remasterización del disco original, ya de por sí uno de los mejor grabados de su década, es ya bastante especial.  

UN DISCO QUE SE ADELANTÓ A SU TIEMPO VIENDO AL PASADO

Lo cierto es que el trabajo de Daft Punk en este disco demostró por segunda vez que los robots eran oráculos pop, siempre un paso adelante de lo que iba a ser popular al poco tiempo. Si con ‘Discovery’ (2002) se adelantaban a la oleada electrónica que encabezaron después figuras como Avici, Diplo, Swedish House Mafia y Calvin Harris, Random Acces Memories’ lo hizo con toda la ola de ‘neo soul’ que vino en los años siguientes. 

Es cierto que se amarraba más al lado de Stevie Wonder que al de James Brown, pero también es verdad que no es difícil imaginar a Bruno Mars, Dua Lipa, Lizzo, The Weekend, Mark Ronson o al propio Calvin Harris teniendo una epifanía escuchando este disco. Pero la lista de imitadores no ha reducido para nada su impacto.

Desde la aparición de figuras ignoradas de la primera era disco, como Giorgio Moroder, Nile Rodgers o Paul Williams, pasando por estrellas del mundo alternativo como Julian Casablancas o Panda Bear y por supuesto voces, hasta entonces, ignoradas del pop como Pharrel Williams, hasta entonces más exitoso como productor, y Todd Edwards, que repetía después de aparecerse en por ‘Discovery’, pasando por las invenciones sónicas, este es el disco donde el grupo mejor utiliza sus voces robóticas.

Irónicamente, son dos temas que no tuvieron demasiado éxito comercial los que mejor definen esta mezcla entre evolución y revisión histórica. ‘Doin it right’ usa la siempre hipnótica voz de Panda Bear para acompañar el único tema 100% electrónico del disco, pero que, sin embargo, no estaría fuera de lugar en una lista de reproducción de los 70, una canción que suena al futuro de nuestro pasado, sin pasar por el presente. La segunda es ‘The Game of Love’, que sin colaboradores y con una voz robotica como protagonista termina prediciendo esas canciones para bailar llorando que se han hecho tan populares.

DAFT PUNK SIGUEN SIN SER REEMPLAZABLES 

10 años desde su último lanzamiento, y dos después de su separación, no parece haber nadie dispuesto a jugársela por el trono de los franceses. Tampoco es fácil, si bien hay muchos artistas talentosos en el mundo de la electrónica, desde nombres de éxito pop como Diplo o Skrillex pasando por figuras de culto como Disclosure o Justice, no es fácil hacer lo que hacían los dos robots. Después de todo Dibujar canciones que suenan al mismo tiempo como el futuro y como si las conociéramos de toda la vida está al alcance de muy pocos.