Hasta el 40% de la energía mundial suele ser producida para el gasto de los edificios. Esto tiene importantes efectos negativos para el medio ambiente. Los gases de efecto invernadero y la huella de carbono que se producen por aires acondicionados, calefacción, electrodomésticos y uso de electricidad deben reducirse para que la eficiencia energética sea mayor en los inmuebles.
La excelente noticia es que las reparaciones, obras y mejoras contribuyen a incrementar la eficiencia energética. Con una serie de reformas que deben hacerse en casas, comercios y oficinas se puede disminuir el consumo de energía hasta en un 80% dependiendo de cada caso.
Entre los trabajos que hay que emprender están el aislamiento de muros, puertas y ventanas para evitar los puentes térmicos, los electrodomésticos y calderas de bajo consumo, entre otras obras. En Ferrolan puedes encontrar todos los materiales necesarios para mejorar el aislamiento de tu vivienda, desde sistemas para mejorar la eficiencia energética de la fachada como el sistema SATE, financiado por los fondos Next Generation, o materiales para el aislamiento de suelos o el espacio de baño.
Son especialistas en construcción, reparación, bricolaje, en alquiler de herramientas y equipos y puedes disfrutar de asesoramiento técnico y atención personalizada para emprender cualquier reforma (grande o pequeña) para mejorar la eficiencia energética de tu vivienda al mejor precio.
¿Qué significa un inmueble con eficiencia energética?
Ante todo, es básico conocer qué es eficiencia antes de comprender las reformas y rehabilitaciones que se pueden hacer en el hogar o lugar de trabajo para lograr el ahorro energético.
Son un conjunto de reparaciones y obras que tienen como meta neurálgica reducir el consumo, sin menoscabo de la calidad de vida o los servicios prestados.
En la actualidad, la eficiencia energética está relacionada tanto con los edificios en general (de uso residencial, público, laboral, industrial, etc.) como con los electrodomésticos. Pero, ¿cómo se puede lograr esto? Se puede aplicar a la iluminación, la calefacción o el aislamiento térmico de los edificios.
También se tienen en cuenta factores que mejoran la eficiencia energética como la orientación del edificio con respecto a la trayectoria del sol, el tamaño o la composición de las ventanas y otros elementos.
Cualquiera de estas opciones, aparentemente pequeñas, pueden considerarse una magnífica oportunidad para garantizar que los inmuebles se construyan desde cero o se rehabiliten o reformen de manera eficiente y que los servicios fundamentales se consuman con conciencia o con el mayor índice de ahorro.
¿Qué reformas hay que hacer para la eficiencia energética?
Reducir el consumo de electricidad, gas o combustibles
No hay que renunciar a que las zonas estén convenientemente climatizadas durante todo el año.
Se puede disfrutar de aires acondicionados, calderas y agua caliente si se usan equipos con energía básica destinada a reducir el consumo energético y los gastos de la factura de servicios.
Actualmente, hay calderas eficientes, aires acondicionados inverter y más equipos para conseguir esto.
Aislamiento de puentes térmicos
Se conoce como puente térmico al escape del aire interior (frío o caliente) que evita la temperatura constante y fuerza a los equipos de climatización a trabajar más y gastar más energía.
Con el aislamiento en puertas, ventanas, techos y muros se puede mantener estable la temperatura del interior y, en consecuencia, no se dispararán los termostato y se consume menos.
Esto se logra con ventanas y puertas aislantes de PVC y reforzando los muros con aislantes de espuma o lana.
Como cada edificio o inmueble es diferente hay que consultar qué obra y qué material aplica en cada caso y cómo se puede conseguir un mejor aislamiento.
Los electrodomésticos
Hay que fijarse en las etiquetas y tratar de comprar equipos de eficiencia A + + +. Si bien es cierto, que estos pueden ser más caros que otros, la inversión hecha se recupera muy rápido y con creces por el ahorro en las facturas de energía de los meses siguientes.
Uso consciente
No basta con tener un edificio aislado, aires acondicionados inverter o calderas de condensación.
Las personas deben poner de su parte para ahorrar energía. La temperatura del aire o las calderas por debajo o encima de los 22 grados centígrados es un despropósito.
Por otra parte, se deben apagar los equipos en las estancias donde no se usen y, si se trata de aires o calderas centrales, lo mejor es que puedan ser controladas por áreas y no de encendido completo en todo el edificio.