El Gobierno no va a permitir el viaje del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a Letonia para visitar a las tropas de nuestro país allí desplegadas por la crisis de la Guerra de Ucrania. Pero sí va a trasladar hasta el frente ucraniano seis unidades del carro de combate ‘Leopard‘ para reforzar a las tropas del presidente Zelenski. Hace un año que comenzó la guerra declarada unilateralmente por la invasión rusa y, según sube la intensidad de los combates, más rentable es hacerse “la foto” en la zona de conflicto.
La foto que no se va a hacer Alberto Núñez Feijóo sí se la hizo, en estudiada escenografía, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el contexto de una visita institucional. El movimiento de Feijóo ha sorprendido tanto al Ministerio de Defensa como al PSOE, por inesperado y la falta de precedentes. El equipo de la séptima planta de Génova ha demostrado unas ciertas dosis de audacia al plantear este viaje de los considerados “de Estado”.
UNA FOTO, SÍ Y RÁPIDO; AYUDA MILITAR, REMOLONEANDO
Pedro Sánchez, atento como está a los movimientos tectónicos del ambiente europeo, acudió puntualmente en un viaje, con presidentes de otros países, a Kiev, pasados unos meses del arranque de la invasión rusa. El presidente no es especialmente amigo de fotos con tropas españolas. Sus visitas a contingentes desplegados o a bases militares son las estrictamente justas de acuerdo a los protocolos no escritos del trato Presidencia-Fuerzas Armadas. Un viaje a felicitar la Navidad y poco más.
Sin embargo, sí pareció oportuna a los sabios de La Moncloa que el presidente se vistiera de sport, con un capote de color “coyote” (color similar al vetusto caqui) y se presentara en Letonia a visitar al componente acorazado que está allí desplegado en el marco de la misión avanzada de la OTAN para defender el flanco noreste de la amenaza rusa. Una foto convincente entre las escenas forzadas que suele montar el Gabinete del Presidente. En este caso los uniformados eran militares profesionales, con semanas de despliegue con temperaturas extremas, no militantes de una agrupación del sur de Madrid.
Esa bipolaridad se está traduciendo a todos los comportamientos del Ejecutivo en la guerra de Ucrania. Lógicamente enrolados en el bando de la OTAN, y en la corriente mayoritaria de Europa, la oposición en este caso al Gobierno de Sánchez ha estado dentro de su propio Gobierno: los socios de la coalición, los ministro de Podemos. Este mismo miércoles los dos partidos en el Gobierno han votado opuesto en una moción que animaba al Gobierno a llegar al gasto del 2% del PIB en Defensa, según ,los compromisos adquiridos por nuestro país con la OTAN. Podemos, claro, en contra.
Por esta razón, el Gobierno español ha ido dando material generalmente de poco valor estratégico o desfasado en el caso del que es pesado, como piezas antiaéreas. Lo mismo ha ocurrido con el traído caso de los ‘Leopard’.
CARROS ‘HIBERNADOS’
El caso es que ante la solicitud ucrania de medios acorazados con los que hacer frente a las interminables -aunque obsoletas- divisiones acorazadas rusas, España ha decidido aportar una escasa sección avanzada, es decir, seis carros de combate. Un modelo de ‘Leopard’, además, desfasado, ya que se trata del ‘Leopard 2A4’, la primera versión que recibió el Ejército de Tierra a finales de los 90, de segunda mano, procedente de Alemania, en tanto se perfilaba el programa ‘Leopard 2A6’, nuestro modelo de última generación. Se ha recurrido a una remesa de carros que estaban almacenados, en condiciones de ‘hibernación’, en una base logística emplazada en Zaragoza.
LA AGENDA DE ALBERTO NÚÑEZ FEIJÓO
Alberto Núñez Feijóo tenía despejada la semana que viene para poder colocar su visita a las tropas españolas desplegadas en Letonia. No deja de ser un formato de visita inédito. Sí son habituales las giras de diputados o senadores (incluso políticos de la Administración autonómica o local) de todas las formaciones políticas a zonas de operaciones para conocer in situ las actividades de nuestras tropas desplegadas. Visitas que han tenido entre poca y nula repercusión en los medios, pero que sí han aportado al trabajo de ls legisladores en la Comisión de Defensa. Y más aún en hacer entender la necesidad de un ejército moderno y competente a algunas señorías. Pero nunca el líder de la oposición había protagonizado un viaje con aire presidencial como el que pretendía Feijóo.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha denegado la visita bajo la excusa de que no procedía visitar tropas “en zonas de operaciones”. Una excusa de patas cortas. Los diputados y senadores que ha visitado tropas desplegadas en el exterior han llegado a estar en Afganistán en repetidas ocasiones, cuando las condiciones de seguridad eran bastante comprometidas.