Cuando mientes tu nariz te delata.

Cuando mentimos la temperatura de la punta de la nariz desciende entre 0,6 y 1,2 grados centígrados, mientras que la de la frente sube entre 0,6 y 1,5 grados.

Esto se debe a que, cuando no se dice la verdad se produce una respuesta emocional en nuestro cuerpo, que se manifiesta a través de la temperatura de la nariz y de la frente.