Pilar Llop se encuentra en una posición especialmente complicada dentro del Gobierno de España. Por un lado, debido a su papel poco decisivo dentro del Ejecutivo nacional. Por otro, debido a su mala relación con el Poder Judicial, y especialmente con los letrados, a los que prometió, por escrito, un aumento de sueldo que jamás llegó. Una promesa incumplida de la titular de Justicia que se debe a la decisión de María Jesús Montero, ministra de Hacienda, de demostrar la falta de relevancia de Llop dentro del Ejecutivo, así como su aparente poco futuro dentro de la formación.
Pocos meses quedan para que todos los españoles se enfrenten, una vez más, a su derecho y deber ante las urnas. Una cuenta atrás ante la que los principales partidos políticos ya han comenzado a activar sus estrategias propagandísticas, de cara a conquistar a los votantes para los próximos comicios. Una cuenta atrás que es especialmente relevante para PSOE y Unidas Podemos que, como partidos integrantes del Ejecutivo nacional, trabajan ahora para evitar el «castigo» de los ciudadanos ante las urnas.
Un trabajo en el que parece verse involucrada la ministra de Justicia, Pilar Llop, quien parece haberse convertido en una de las titulares ministeriales más «desconocidas» dentro del Ejecutivo nacional. Un papel en el que Pilar Llop no sólo no ha conseguido tener un papel fluido con organismos judiciales como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), sino que, además, la ministra socialista ha tenido que dejar en «pendiente» una de sus principales promesas. En concreto, la promesa de incremento de sueldo realizada a los letrados.
PILAR LLOP «FALLA» A LOS LETRADOS
Así pues, la ministra de Justicia no dudaba en comprometerse con los letrados españoles, por escrito, a realizar unas subidas salariales exigidas por el sector. Unas subidas que, sin embargo, no se han producido durante la legislatura, dando pie a protestas y huelgas por parte de los letrados, que se sienten engañados por la ministra de Justicia.
Una promesa que Pilar Llop sí intentó cumplir, pero que fue «cortada de raíz» por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que se tomaba «la libertad» de cortar el grifo a Llop desde el Gobierno nacional, asegurando que la subida salarial prometida a los letrados por Pilar Llop no es viable, y mostrando una clara fractura dentro del ala socialista del Gobierno inédita hasta ahora.
Una fractura que deja en una muy débil posición a Pilar Llop, que parece haber perdido, no sólo la confianza del Poder Judicial, sino también de su propio partido, que no parece contar con la actual ministra para acciones importantes, ni dentro del Gobierno, ni posiblemente ante los próximos comicios autonómicos, municipales y nacionales.
Situación que no parece nueva para la ministra de Justicia, que ha hecho «historia» como una de las dirigentes peor valoradas de su campo. No hablamos solo de esos comentarios que tienen que ver con lo mucho que preocupa a los españoles que van en el Metro el hecho de que no se haya renovado el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ni tampoco de que se haya tomado al libertad de suspender un acto de entrega de condecoraciones (Raimundo de Peñafort) por una pataleta política.
Nos referimos a que se ha puesto en contra a los Letrados de la Administración de Justicia por no hacer caso a sus demandas y sobretodo por persistir en esa estrategia llevada a cabo por su jefe de gabinete, Rafael Pérez, que consiste básicamente en encerrarla en su despacho y en no dejarla que mantenga relaciones cordiales y profesionales con nadie que ronde a la ministra. Algo que no sólo podría afectar a Pilar Llop en las próximas semanas, sino también al PSOE, de cara a los próximos comicios.