Aunque no lo creas, el jet-lag es un trastorno orgánico que puede resultar incómodo, con efectos como tener sueño y hasta dolores de cabeza. En circunstancias normales, nuestro ritmo circadiano, el reloj interno que todos tenemos, sigue el ritmo de la luz del día, promoviendo el estado de alerta durante el día y el sueño por la noche.
Dónde estamos geográficamente afecta nuestro ritmo circadiano, ya que el amanecer y el atardecer ocurren en diferentes momentos en diferentes lugares. Por lo que un viaje rápido de larga distancia (es decir, un vuelo) puede afectarnos si no tomamos las precauciones adecuadas conocidas como jet-lag.
8¿Cómo evitar el jet-lag?
Se han propuesto varias medidas para reducir los efectos del jet-lag. La más sencilla e importante es:
En tu destino, exponte al sol del mediodía. Entonces los ojos le dicen al cerebro que es hora de despertar. Para viajes más largos, puede ser útil usar una máscara o cerrar los ojos mientras viaja. El sueño debe posponerse para la noche en la que estamos.
Si nos despertamos temprano, es mejor permanecer en la oscuridad de la habitación durante una hora o hasta el amanecer. Hacer ejercicio por la mañana da más energía que tomar café.
No es el mejor momento, porque la fuerza muscular aún no es mucha, pero activa el sistema cardiovascular y despierta a las hormonas. Una caminata de 20 minutos puede ayudar.