Aunque no lo creas, el jet-lag es un trastorno orgánico que puede resultar incómodo, con efectos como tener sueño y hasta dolores de cabeza. En circunstancias normales, nuestro ritmo circadiano, el reloj interno que todos tenemos, sigue el ritmo de la luz del día, promoviendo el estado de alerta durante el día y el sueño por la noche.
Dónde estamos geográficamente afecta nuestro ritmo circadiano, ya que el amanecer y el atardecer ocurren en diferentes momentos en diferentes lugares. Por lo que un viaje rápido de larga distancia (es decir, un vuelo) puede afectarnos si no tomamos las precauciones adecuadas conocidas como jet-lag.
6La edad también afecta cómo nuestros cuerpos reaccionan a los cambios en el tiempo
Los ritmos internos cambian con la edad: disminuye la secreción hormonal. Lo más importante es que reduce la producción de hormona estimulante de la tiroides (TSH), cortisol y melatonina.
Mayor vigilia nocturna y somnolencia diurna. La pérdida de sincronización dificulta la adaptación a los cambios de ritmo. Como resultado, las personas mayores de 50 años toleran mucho menos el jet lag que las personas más jóvenes. El jet lag es más severo en niños y personas mayores de 50 años
Esto no solo es cierto para los adultos mayores, sino que los niños también tienen más dificultades para adaptarse a los tiempos cambiantes, aunque no se han realizado investigaciones específicas sobre el grupo de edad que más les afecta.
