Estados Unidos ha derribado al menos tres objetos voladores no identificados sobre su territorio y el de Canadá. En puridad, se trata de tres FANI, Fenómenos Aéreos No Identificados. El primero de ellos parece claramente un globo de observación, chino, el problema surgió cuando el general Glen D. VanHerck, al mando del Comando Norte de la Fuerza Aérea norteamericana, preguntado sobre si se trataba de objetos extraterrestres, dijo que “no descartaba” ningún origen. La sombra de los Ovnis planeaba sobre el Pentágono. Al margen de la maravillosa especulación, parece que se ha producido un efecto de psicosis en EEUU.
El problema se hacía público hace una semana con la presencia de un globo estratosférico y descomunal que estaba sobrevolando el espacio aéreo norteamericano. Se trataba de un globo blanco, con diferentes elementos de captación de información, que había aparecido por el extremo noreste del país, en Alaska, y que acabó su vuelo violentamente en Carolina del Sur, al suroeste de Estados Unidos. Lo más sorprendente es que tenía el tamaño de seis autobuses.
El último objeto derribado justo el domingo pasado, es más pequeño (como un utilitario pequeño), pero lo llamativo es que el propio Pentágono ha asegurado que tenía forma octogonal, que parece extraña para volar, sin aerodinámica alguna, parece diferente a un globo. Todo hace indicar que la alarma creada por el primer globo localizado ha desatado una cierta psicosis en el país, las autoridades y, más preocupante, sus fuerzas armadas.
FANI O GLOBOS ESPÍAS
Que no fueran conocidos no quiere decir que estos aparatos sean una novedad. EEUU tiene sus propios globos, espías y metereológicos, al menos desde 1950. No se parecen a los zeppeling que aparecen en recreaciones de las guerras Mundiales, son dispositivos de enorme tamañano (como para llenar un campo de fútbol) formados por una capa final como el envoltorio de plástico de un bocadillo, lleno de aire, del que cuelgan dispositivos de observación. Están diseñados para volar a alturas estratosféricas (a entre 12 y 60 kilómetros de la corteza terrestre) aprovechando las corrientes de aire de estas capas más altas de la atmósfera.
Los norteamericanos se llaman COLD STAR –COvert Long Dwell STratospheric Architecture- y están a disposición tanto de las fuerzas armadas como de la NASA. No se conoce el nombre del programa chino que crea estos globos de observación, dada la opacidad del régimen. Sí se sabe que son complemnetarios a los satélites, y que más bien tiene relación con el espionaje de señales electromagnéticas, tales como la telefonía o las ondas de radares.
El derribo del globo provocó la indignación de las autoridades chinas, que este lunes denunciaron la violación de su espacio aéreo de al menos diez globos norteamericanos en los últimos meses.
Globos espía, inocentes aparatos o no, el caso es que los dos últimos entran en la calificación de FANI hasta que la inteligencia norteamericana investigue los restos. Una tarea complicada, ya que unos están en las aguas heladas de Alaska, y los otros en la complicada zona montañosa del Lago Hurón.
La ambigüedad del general VanHerck ha devuelto a la actualidad un fenómeno del que curiosamente ha salido un interesante informe en EEUU hace pocas fechas. Este desvela que se han avistado 366 objetos no identificados en los últimos 17 meses sobre EEUU. Muchos son drones, objetos de uso civil o militar, pero el hecho es que las autoridades reconocen que hay 171 avistamientos sin atribución o explicación plausible hasta el momento.
Si esta es la crónica de una psicosis pasajera más, o la que narra sin saberlo la llegada masiva de objetos voladores de procedencia extraña, solo el tiempo o la imaginación de cada cual podrá averiguarlo.