Stranger Things y su onda ochentera se ha convertido en un fenómeno global, haciendo que el público anhele la ciencia ficción con un toque de vibraciones de los 80.
8La nostalgia ochentera no es solo de Abrams
El estilo de Abrams aprovecha los temas nostálgicos de la década ochentera, con obras protagonizadas por niños, pero moderniza el aspecto final con un set de gran éxito, inspirado en la sensibilidad visual del siglo XXI de Spielberg y su versión de las películas de ciencia ficción.
Un efecto de inmersión, como «Guerra de los Mundos» (War of the Worlds, 2005). Eso no es sorprendente, considerando que es tanto un tributo como una película hecha por el propio Spielberg.
Sin embargo, “Super 8” es menos una serie de flashbacks que una parte del canon de Amblin, considerada una película perdida u olvidada en el catálogo del cineasta.
De hecho, además de la propia película de Spielberg, recuerda más a propuestas como The Explorers (1985) de Joe Dante, aunque el director también hizo Gremlins (1984) para Amblin, que también está en la onda ochentera. Así cabe señalar, por ejemplo, que la aparición del actor Glynn Thurman es otro profesor infeliz en la película.