Las pelotas de tenis y pádel tienen una vida útil de entre 3 y 4 partidos, por lo que se considera un producto de alta rotación. Tanto es así que se fabrican 325 millones de unidades al año y se utilizan unas 500 millones en todo el mundo. Por lo tanto, reciclar pelotas de tenis y pádel permitiría integrarlas a la economía circular, evitando que acaben en vertederos, quemándose o contaminando ecosistemas. En este sentido, Ball Rescuer es una herramienta que permite alargar la vida útil de las pelotas hasta 10 veces, reduciendo su consumo en un 90%.
¿Cuál es la importancia de reciclar pelotas de tenis y pádel?
En la actualidad, existen distintas organizaciones y empresas dedicadas a reciclar pelotas de tenis y pádel, dándoles una segunda vida. No obstante, esta labor no resulta sencilla debido a que las bolas están fabricadas con una esfera de caucho reticulado, un material termoestable que no se puede reciclar por los métodos convencionales, sino que se incineran desprendiendo gases tóxicos. En este marco, la cantidad de pelotas que se fabrican al año representan el uso de 22.000 toneladas de caucho termoestable, por lo que su reciclaje comienza a ser una necesidad a fin de cuidar el medioambiente.
Esta práctica es cada vez más usual en países como Francia, España, Canadá y Estados Unidos, donde se utilizan los materiales termoestables de las bolas para fabricar resinas compuestas, además de usarse en la fabricación y acabado de distintas estructuras como pistas de tenis o pádel, parques infantiles, recubiertas para suelos e insonorización, entre otros.
¿Cuál es el rol de Ball Rescuer en el reciclaje de pelotas de tenis y pádel?
Con el objetivo de alargar la vida útil de las pelotas de tenis y pádel, Ball Rescuer es un presurizador que permite restaurar la presión de estos elementos, evitando que pierdan su capacidad de botar. A su vez, la firma emplea una porción de los beneficios obtenidos por su venta a apoyar a una empresa recicladora. Esta se encarga de transformar en suelos para pistas de tenis o parques infantiles una porción de las 10 millones de bolas que se tiran a la basura en España cada año.
Además, otro porcentaje de las pelotas recuperadas mediante este proyecto serán destinadas a la insonorización de aulas escolares y a la fabricación de ropa y calzado, impidiendo que se queden en los ecosistemas, donde tardarían hasta 2.500 años en descomponerse.
Por lo tanto, Ball Rescuer apuesta por una economía sostenible a través de la reducción del consumo y del reciclaje de pelotas de tenis y pádel.