Solo el 6% de las direcciones generales de empresas en España están ocupadas por mujeres, mientras que en los puestos directivos que reportan directamente al CEO suponen el 17% y entre los consejeros son el 33%, según un informe de la consultora McKinsey & Company.
Con estas cifras, España se sitúa en el sexto puesto en igualdad de género en la Unión Europea, donde la media está en un 8% de directoras generales, un 21% de directivas que reportan directamente al CEO y un 31% de consejeras.
Según el estudio ‘Women matter España: tramos pendientes’, que analiza el impacto económico de la diversidad de género a nivel macro y microeconómico y propone medidas para mejorar la igualdad en las empresas, las mujeres sienten que cuentan con menos oportunidades de promoción que los hombres: mientras que el 76% de los hombres ven igualdad entre ambos géneros, las mujeres que piensan así son el 64%.
VAN PERDIENDO CONFIANZA EN LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
En cuanto a la promoción interna, el 92% de las mujeres considera que avanzar en su carrera es importante, cifra muy similar a la de los hombres (91%), pero su confianza en la igualdad de oportunidades disminuye a lo largo de la carrera profesional.
En este sentido, el 85% de las mujeres piensan al comienzo de su trayectoria profesional que podrán ascender en igualdad de condiciones, solo tres puntos porcentuales menos que los hombres (88%). Sin embargo, cuando tienen ya cinco años de experiencia, solo el 59% de las mujeres confía en ascender por igual, frente al 73% de los hombres que opinan así.
Cuando se les pregunta sobre sus expectativas de alcanzar puestos de alta responsabilidad, el 36% de las mujeres afirman que aspiran a ocupar posiciones directivas, frente al 43% de los hombres.
Gloria Macías, socia de McKinsey & Company y colíder del estudio, ha señalado que potenciar el liderazgo femenino no solo aporta «beneficios evidentes en términos de igualdad de género».
También «tiene un impacto positivo en el bienestar de los empleados», ya que «las altas directivas ponen un mayor énfasis en el desarrollo profesional del equipo, el acompañamiento a empleados de menor antigüedad, el bienestar de los trabajadores y la flexibilidad laboral», ha explicado.
De hecho, el estudio de la consultora, en el que han participado 45 empresas que emplean a más de 300.000 personas en España y Portugal, revela que el 79% de los empleados de empresas con un alto porcentaje de liderazgo femenino se muestran satisfechos con su organización, mientras que en las empresas con escasa presencia de mujeres en los altos cargos el porcentaje desciende al 65%.
ASESORAMIENTO Y SALARIOS COMPETITIVOS
El análisis de McKinsey identifica cinco factores clave a tener en cuenta para adaptar el panorama actual a las necesidades de desarrollo laboral de las mujeres. Uno de ellos es la flexibilidad, con medidas como el ajuste de horarios para poder adaptar la productividad a las necesidades de cada empleado; y otro son los ejemplos a seguir, para demostrar que es posible llevar un estilo de vida sostenible teniendo un alto cargo.
Además, son fundamentales el asesoramiento, mediante programas que ayuden a los empleados a aprovechar todos los recursos disponibles para un mayor desarrollo laboral; los salarios competitivos, para atraer y retener el talento; y el reconocimiento, recompensando a los trabajadores por el buen trabajo realizado.
María del Mar Martínez, socia senior de McKinsey y responsable global de Diversidad, Igualdad e Inclusión, ha indicado que para aumentar la presencia de mujeres en puestos directivos es necesario «ofrecer oportunidades de desarrollo exigiendo resultados, dar flexibilidad en sentido amplio y apoyar en momentos clave de la carrera profesional, especialmente en ese primer salto a responsabilidades directivas que suele coincidir con la maternidad».
Para el 56% de las mujeres, la cuestión más decisiva a la hora de unirse a una organización o permanecer en ella es ser reconocidas y recompensadas por su trabajo, y el 53% de las mujeres menores de cuarenta años estarían más interesadas en acceder a puestos superiores si vieran que los directivos de sus empresas tienen estilos de vida razonables.
INCLUSIÓN Y CONCILIACIÓN
Con respecto a las compañías que más sobresalen por su diversidad, el estudio dice que cuentan con un 40% de representación femenina en posiciones de alta dirección. Entre las medidas que se aplican está el favorecimiento de un entorno de trabajo «inclusivo, solidario y con vocación de ayuda en la conciliación laboral y familiar», según McKinsey, que precisa que el 80% de estas empresas ofrecen un horario flexible, 20 puntos porcentuales por encima del resto.
Según Amaia Noguera, socia de la consultora y líder de la práctica de personas, organización y ‘performance’ en España y Portugal, «las organizaciones que destacan son aquellas que apoyan no solamente la diversidad, sino también la inclusión, promocionando de manera consistente una cultura de apoyo que incluya aspectos como el bienestar de los empleados». Por ejemplo, ponen en marcha formaciones específicas para integrar el bienestar entre los objetivos de los equipos.
Asimismo, la participación de mujeres en programas de mentoría en las compañías con mayor diversidad es el doble que en el resto de empresas, un 78% frente a un 37%, según ha detallado Noguera.