En el desierto de Nevada, en Estados Unidos al norte de Las Vegas se encuentra el Área 51, una base de las Fuerzas Aéreas estadounidenses. A lo largo de los años se ha especulado acerca de que en ella se pudiera haber conocimiento de una posible vida extraterrestre. O, incluso, que en ella pudiera haber albergadas naves procedentes de otros planetas.
En 1989 Robert Lazar, según explica la Enciclopedia Británica les dijo a los medios de comunicación que había trabajado en una zona del Área 51 y que supuestamente vio fotos de autopsias de alienígenas. Además, afirmó que el Gobierno usaba la base para examinar naves extraterrestres. El testimonio de Lazar ha sido por supuesto desacreditado, pero fue la chispa que desató muchas de las teorías de que el gobierno americano sabe de la vida extraterrestre, y la esconde. La misma enciclopedia dice que los empleados que trabajan allí llegan en avión, toman vuelos desde un terminal restringido en el Aeropuerto Internacional McCarran «en uno de los varios aviones sin marcar a los que se les permite volar sobre el Área 51», que es una zona de restricción de vuelo. A través de los años, muchas personas han dicho haber visto objetos voladores no identificados cerca del Área 51.
Pero ¿porque tardo tanto el gobierno americano en pronunciarse? Más allá de decir que es una instalación militar, el Gobierno no ha especificado qué tipo de investigación u operaciones se llevan a cabo en el Área 51. Según los documentos desclasificados de la CIA en 2013, se mantuvo oculto el propósito de las instalaciones para que los soviéticos no supieran de qué se trataba. Según la CIA, los vuelos de prueba de los U-2 y los Oxcart explican los avistamientos. La palabra ovni es ya parte de la cultura popular y es asociado a vida extraterrestre, pero lo cierto es que cualquier objeto volador no identificado es un ovni, pero no necesariamente viene del espacio exterior.
La mítica base ha dado lugar a todo tipo de teorías conspirativas y a especulaciones relacionadas con la existencia de vida extraterrestre. La base militar propiedad del ejército del aire norteamericano, está situada al sur del estado de Nevada y es popularmente conocida como Área 51.
Hasta tal punto ha llegado la notoriedad de este centro de operaciones secretas que ha sido utilizada en los argumentos de series de televisión y películas tan dispares como “Expediente X”, “Independence Day”, “Indiana Jones y la calavera de cristal” o “Los Simpson”.
En un documental en televisión que coincidió con la publicación en Estados Unidos del libro que escribió la periodista Annie Jacobsen «Área 51: Una historia sin censura de la base militar secreta de Estados Unidos» se arrojaba algo más de luz sobre las actividades llevadas a cabo en la base y el porqué de tantas reservas a la hora de hablar de las mismas.
Según la citada periodista,” ni siquiera el presidente Bill Clinton pudo tener claridad de qué hacían exactamente los contratistas que trabajaban en la base».
Entre las exclusivas que aporta el programa, “Los secretos del Área 51” cuenta con los testimonios de muchos de los veteranos que trabajaron en la instalación militar en la década de los 50, tal vez el momento de mayor auge de esta, ligado a la escalada de la Guerra Fría que, gracias a la desclasificación de información, han podido hacer públicas sus experiencias.
Es verdad, misterios aparte, que la llamada Área 51, fue y sigue siendo una base militar, cuya ocupación fundamental ha sido la planificación y el desarrollo de prototipos aeronáuticos destinados al ejército.
A lo largo de las décadas de los 50 y los 60, como comentaba, precisamente los años que más se prestaron al desarrollo de fantasías relacionadas con la existencia de vida extraterrestre, los ingenieros aeronáuticos militares construyeron y probaron un buen número de aviones y naves espaciales que en muchos casos no pasaron nunca de la fase de prototipo.
El silencio y secretismo que ha rodeado hasta ahora Área 51 tiene más que ver con la estrategia de defensa y militar que con la búsqueda de posible vida más allá de nuestro planeta, algo que queda relegado al imaginario popular y a los argumentos de películas y series de ficción.
Volviendo al origen del asunto, al principio le llamaban «Rancho Paraíso» o «Tierra de los Sueños». Se trata de un lugar en medio del desierto al que nadie querría ir a trabajar, así que había que ponerle un nombre que sonara atractivo. En la actualidad es más conocida simplemente como Área 51, un nombre mucho más acorde con el hermetismo que la rodea.
Recopilando los datos verídicos que se disponen podemos decir que esta base militar está ubicada en el desierto del estado de Nevada en EE. UU., a unos 135 km al norte de Las Vegas. El campo de pruebas del Área 51 supera los 12.000 km2, y se cree que en ella trabajan unas 1.500 personas.
Su nombre se debe simplemente a que fue construida en un terreno demarcado por la Comisión de Energía Atómica, en una zona donde se realizaban pruebas nucleares.
Fue creada a mediados de la década de los 50, en plena Guerra Fría, como un laboratorio donde la Fuerza Aérea probó varias de las armas para un posible enfrentamiento con los rusos.
Fue ahí donde se pusieron a prueba los mencionados aviones como espía U-2, las aeronaves de reconocimiento A-12 OXCART y el SR-71 Blackbird, así como el sigiloso F-117.
Los encargados de esas misiones trabajaban con el mayor secretismo y con información limitada, incluso para ellos mismos. «Éramos guerreros silencios», dijo en un documental de National Geographic T.D. Barnes, especialista en vuelos supersónicos que trabajó en el Área 51.
Los pilotos que participaron en esos entrenamientos secretos dicen que se identificaban con nombres en clave. Durante las reuniones no les permitían tomar notas y no tenían radio ni televisión. Ni siquiera podían contarles a sus familias a qué se dedicaban. Uno de los pilotos, por ejemplo, le decía a su esposa que trabajaba reparando televisores.
En resumen, se dio el escenario ideal para que surgieran toda clase de teorías conspirativas. Los aviones que se probaban en la base volaban tres veces más alto que un avión comercial y a velocidad supersónica. Podían cruzar Estados Unidos de costa a costa en solo 70 minutos.
En 1994, un informe de las Fuerzas Armadas en referencia a uno de estos objetos volantes no identificados concluyó que en realidad se trataba de un micrófono que se elevaba con un globo, relacionado con un proyecto secreto que buscaba detectar pruebas nucleares soviéticas. Los teóricos de la conspiración, sin embargo, aseguraron que en realidad se trataba de una nave alienígena que tiempo después fue trasladada al Área 51 para ser investigada.
A partir de todo esto tenemos teorías de quienes creen que la llegada del hombre a la Luna fue un fraude, dicen que fue en el Área 51 donde se filmó todo el montaje. Otros dicen que la base está conectada por túneles que llegan hasta Las Vegas.
Jim Freedman, quien fue administrador en la base, le dijo a National Geographic que llegó a escuchar que el Área 51 podría ser solo la fachada de un área aún más secreta, pero que no tiene manera de comprobarlo.
Respecto a los extraterrestres nadie tiene evidencia de que hayan venido a visitarnos, pero los científicos que estudian los fenómenos ovni no tienen tampoco un interés particular en buscarlos en el Área 51.
Los pueblos cercanos al Área 51 son una atracción turística y un negocio. Si sientes curiosidad por la vida en otros planetas y estás en la Ciudad del Pecado, vas a disfrutar, pero bien, de un tour al Área 51 desde Las Vegas. El mundo de los avistamientos de ovnis y extraterrestres es muy interesante, y este sigue siendo un epicentro mundial de conspiraciones.
Lo único cierto es que “El Área 51” está fuertemente vigilada y quienes la resguardan están autorizados a usar la fuerza letal contra quienes intenten sobrepasar los límites.
Las autoridades han recalcado que lo más importante es que nadie intente acercarse a la base, por tanto, lo mejor es que lo que pase en las Vegas, se quede en Las Vegas.