Para los Oscar hay un problema que no han conseguido resolver en los últimos años: Los ratings. Más allá de que en el caso español son especialmente complicados de ver, exclusivos de Movistar y en un horario, cuando menos, complicado. Pero es que en Estados Unidos, y el resto del globo, la caída en el número de personas que sintonizan el evento ha sido continuo desde hace casi 10 años.
Aunque en los últimos años no han faltado algunos de los momentos más controversiales de la ceremonia, desde «la cachetada» de Will Smith a Chris Rock pasando por el error en el premio a mejor película de 2016, cuando se anunció que la ganadora era ‘LaLaLand’ antes de corregir y entregar el premio a ‘Moonlight’, lo cierto es que hay cierta actitud de buena parte de los espectadores de siempre es señalar que se están premiando cintas que no han visto.
Esto no es del todo cierto, por supuesto, ganadoras recientes como ‘Parasitos’ (2019), ‘Green Book’ (2018), ‘La forma del agua’ (2017) o ‘Nomadland’ (2020) han sido cintas exitosas en la taquilla, que han generado ganancias de hasta cientos de millones de euros a sus estudios. Solo la última ganadora, la olvidable ‘Coda’, puede ser considerada un fracaso de taquilla, y esto si se ignora que fue producida primordialmente para sumar contenido al servicio de Apple+.
Pero este año sí parece haber solo dos tipos de nominaciones. Los «taquillazos», representados por ‘Avatar: la Forma del Agua’ y ‘Top Gun: Maverick’, y las cintas de autor aplaudidas por la crítica pero con poco recorrido en salas como ‘Tar’ o ‘Los Fabelmans’. Solo una de las nominadas a mejor película puede presumir de ser un éxito de taquilla y ser un ejemplo evidente de cine de autor, la caótica ‘Todo a la vez en todas partes’.
¿UNA FORMA DE PONER OJOS EN LA CEREMONIA?
Lo cierto es que entre ambas las secuelas de ‘Top Gun’ y ‘Avatar’ suman más de tres mil millones de dólares, sin embargo, ninguna es favorita para ganar. Tampoco es una sorpresa, la academia no mide el ganador con base en la venta de entradas, pero no deja de ser una sorpresa cuando cintas como ‘Vengadores: Endgame’, ‘El Caballero Oscuro’ o ‘Spiderman: Sin Camino a casa’ fueron ignoradas. Al mismo tiempo es todo una novedad que ser un blockbuster te expulse de las nominaciones.
En el pasado cintas como ‘El Señor de los Anillos: El retorno del rey’, ‘Titanic’ y ‘Gladiador’ podían presumir de ser la cinta más taquillera del año y la ganadora del premio a mejor película. Por tanto, la presencia de los dos mayores éxitos del año pasado entre las nominadas parece una buena noticia, un retorno a entender que el éxito artístico y el comercial no tienen que estar divorciados, aunque no siempre van de la mano.
HOLLYWOOD Y LOS ÓSCAR NECESITAN DEL CINE COMERCIAL
Pero para la ceremonia puede ser una buena noticia. Lo cierto es que la presencia de los dos grandes éxitos puede atraer algunos espectadores más de los que han tenido estos últimos años. Es que tras la debacle de premiados sin sentido, cachetadas en vivo y chistes olvidables del año pasado la ceremonia tiene que trabajar en dos frentes para recuperar el glamour y la audiencia al mismo tiempo.
Permitir un espacio a los éxitos de taquilla, sin necesidad de recurrir a una de las cintas homogéneas de la factoría Marvel, es una buena estrategia y una aceptación de que Hollywood también necesita del cine comercial. Es una recalibración importante por parte de la academia y una de la cual otras premiaciones pueden aprender.
