Rosana López tuvo que enfrentarse al mayor desafío de su vida hace cinco años. Tras acudir a una revisión por molestias en el estómago, le diagnosticaron un tumor neuroendocrino de bajo grado de cabeza de páncreas con metástasis hepáticas. Es decir, un cáncer de páncreas complicado.
En tan solo un mes, las prioridades de Rosana dieron un giro por completo y fue operada sin demora.
El páncreas es un órgano que se encuentra detrás del estómago y tiene dos funciones principales: producir hormonas, como la insulina, y producir enzimas digestivas. El cáncer de páncreas se produce cuando las células de este órgano comienzan a crecer de manera descontrolada.
El cáncer de páncreas representa solo el 3% de todos los casos de cáncer que se producen en el mundo, pero es la cuarta causa de muerte por cáncer: representa un volumen total del 7% de las muertes por cáncer. Muy repartido entre hombres y mujeres, en España vienen a detectarse algo más de 4.000 casos anuales de cáncer de páncreas por cada sexo.
La esperanza de vida para el cáncer de páncreas ha mejorado mucho en los últimos años, y según los últimos estudios puede llegar a alcanzar hasta el 40 por ciento en aquellos casos en los que es diagnosticado en estadios muy iniciales, muy por encima de las tasas anteriores, que apenas superaban el 25.
El principal problema del cáncer de páncreas es que sus síntomas pueden ser difíciles de detectar en sus primeras etapas, ya que a menudo no producen ninguna llamada de atención específica. A medida que el tumor crece, empiezan a aparecer síntomas diversos como dolor abdominal, pérdida de peso, náuseas y vómitos, ictericia (coloración amarilla de la piel y los ojos) y fatiga.
Existen varios factores de riesgo para desarrollar cáncer de páncreas: el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad, la diabetes tipo 2, la edad (es más común en personas mayores de 65 años) o la exposición a ciertos productos químicos, entre otros. Además, las personas con antecedentes familiares de cáncer de páncreas tienen un riesgo más alto de desarrollar esta enfermedad.
El diagnóstico del cáncer de páncreas se realiza a través de una serie de pruebas, como una tomografía computarizada (TC), una colangiografía endoscópica o una ecoendoscopia. En algunos casos, se puede realizar una biopsia para confirmar el diagnóstico.
Equipo interdisciplinar para hacerle frente
El tratamiento del cáncer de páncreas depende del estadio de la enfermedad y de la salud general del paciente. Las opciones de tratamiento incluyen cirugía, radioterapia y quimioterapia. La cirugía es la opción de tratamiento más efectiva para los tumores que se encuentran en una etapa temprana, mientras que la radioterapia y la quimioterapia son más efectivas para los tumores avanzados.
La doctora Marta Gutiérrez, especialista en cirugía general y aparato digestivo del Hospital Quirónsalud Zaragoza, tiene claro que el tratamiento del cáncer de páncreas debe realizarse desde un abordaje multidisciplinar. “Es fundamental contar con radiólogos y digestólogos experimentados, así como realizar una precisa coordinación de los cirujanos y de todos los profesionales implicados en el proceso. Pero la pieza clave del equipo es el propio paciente, que debe aportar vitalidad, optimismo, colaboración y paciencia”.
Rosana López lo tuvo claro desde el principio. “Es importante estar fuerte física y mentalmente para poder salir adelante”, dice. Pero añade de inmediato: “Lo importante también es tener unos médicos espectaculares. Lo que han hecho conmigo es… salvarme la vida”.