Shakira sigue siendo, un día más, la absoluta protagonista de la crónica social; y no precisamente por el estar rompiendo todos los récords con su ‘Session 53’ con Bizarrap, sino por la tensa relación que mantiene con los padres de Gerard Piqué.
Una guerra abierta que habría comenzado al descubrir que Joan Piqué y Montserrat Bernabeu habrían ayudado a su hijo en los inicios de su affaire con Clara Chía, dejándole su casa de La Cerdanya para mantener sus primeras citas a espaldas de la cantante, y que se habría recrudecido tras su separación del exfutbolista.
Y ha llegado hasta el punto, como desvela la revista ‘Lecturas’ de que Shakira habría pedido a sus hijos Milan y Sasha que no llamasen abuelos – ‘avi’ y ‘ona’ en catalán – a Joan y Montserrat porque es algo que le pone «muy triste».
La cosa no se quedaría ahí ya que el día de Reyes, cuando los pequeños se encontraban con Piqué y con sus abuelos en el Pirineo catalán, la cantante no habría dejado de llamar a los niños que, pendientes del teléfono, no habrían querido salir a la montaña. Algo que habría dolido profundamente a la exsuegra de Shakira, que habría pedido a su hijo que detenga ya esta guerra y se deje de provocaciones apareciendo en Twingo y con un Casio en la Kings League.
Una información sobre la que las cámaras le han preguntado esta mañana a la cantante a su llegada en coche a su casa con su hermano Tonino tras llevar a sus hijos al colegio. Muy seria y con un gorro de lana negro, Shakira ha dado la espalda (literalmente) a las preguntas, girándose 180 grados para que no pudiésemos verle la cara ni su reacción a las preguntas acerca de si es cierto que ha pedido a Milan y a Sasha que no llamen abuelos a los padres de Piqué.
Eso sí, a pesar de dejar en el aire los últimos pasos que ha dado en su guerra contra Montserrat y Joan, no ha podido evitar una pequeña sonrisa cuando le hemos felicitado por el éxito sin precedentes que está teniendo su última canción, por la que se podría haber embolsado ya una cantidad superior a los 3 millones de euros.