¿La reforma constitucional como única salida al conflicto catalán? El president de la Generalitat, Pere Aragonés, recientemente ha vuelto a colocar sobre la mesa la posibilidad de un referéndum independentista en Cataluña, ya que ha propuesto una reforma constitucional como una posible solución para poder abordar el problema de raíz.
Todo esto sale a la luz después de la negativa del Gobierno de Pedro Sánchez a la propuesta de plebiscito legal en Cataluña, y es que tras la reforma del delito de sedición y malversación, ambas propuestas alentadas desde las filas del independentismo catalán, el jefe del Ejecutivo catalán se siente más apoyado que nunca para solicitar lo que han catalogado como una “remodelación de la Constitución”.
Pere Aragonés se ha diferenciado del resto de los líderes catalanes por su afán por mantener un dialogo con el Estado, un dialogo que le generado victorias, pero estas victorias parecen representar la antesala para lo que realmente es su verdadero plan, tal y como lo ha manifestado el propio jefe del Ejecutivo Catalana.
Este dialogo con el Estado, según el catalán tiene varios objetivos, la reducción de la “capacidad opresiva del Estado”, una vez logrado este objetivo, se abriría paso a la “cuestión de fondo”, que se refiere a la forma en la que se establece esta relación entre Estado y Cataluña, para finalmente llegar al verdadero objetivo “nosotros defendemos la independencia y celebrar un referéndum”.
No ha habido secretos en el dialogo de Aragonés desde el principio, Sánchez siempre ha estado claro desde el inicio de las negociaciones.
El doble discurso de Pedro Sánchez
A pesar de las declaraciones de los representantes de ERC y del propio jefe del Ejecutivo catalán sobre la posibilidad real y necesidad de realizar una remodelación a la Constitución como una salida a los problemas que enfrenta Cataluña actualmente, el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, no contempla la posibilidad de un referéndum de autodeterminación en la región.
Y es que la postura de Sánchez en los últimos meses ha marcado una distancia de la postura política que defendía cuando llego al poder, un cambio de posición radical frente al movimiento independentista catalán, donde los indultos, las cesiones, la reducción de penas, han sido las características, por lo que muchos se preguntan si lo que sigue es la reforma constitucional que permitirá al movimiento catalán realizar el tan anhelado referéndum.
Lo cierto es que los representantes del partido de Gobierno, PSOE no han tardado en marcar su posición sobre los problemas de la sociedad catalana, la ministra de Hacienda y Política Territorial, María Jesús Montero no ha tardado en apoyar las declaraciones del jefe de Gobierno, diciendo que “las soluciones que se apliquen en Cataluña no se saldrán del paraguas constitucional”.
Pero en el PSOE parece haber más voces discordantes que se atreven a manifestar su desacuerdo contra los acuerdos pactados entre Sánchez y el movimiento independentista catalán, las declaraciones de los últimos de algunos representantes regionales, entre ellos Emiliano García Page, Javier Lamban, Luis Tudanca y más recientemente Ximo Puig, parecen representar una clara fractura entre las propias filas del partido de gobierno, una fractura que podría representar un obstáculo en los planes de Sánchez para continuar en La Moncloa.
La propuesta de Reforma Constitucional
Pero todo parece indicar que el único objetivo real de los representantes del independentismo catalán es la reforma de la Constitución, como única salida, así lo ha dejado claro Pere Aragonés recientemente en una entrevista realizada por la Cadena SER, donde señalaba que si el obstáculo para solucionar los problemas en Cataluña incluía una reforma constitucional “si este es el problema, abordémoslo”.
Y es que Pere Aragonés ha sostenido como bandera de gobierno el dialogo con el Gobierno y el Estado, algo que lo ha diferenciado de los anteriores líderes catalanes, una estrategia que le ha traído más victorias que a sus predecesores, basta con revisar todo lo que el Gobierno de Sánchez ha concedido a cambio de unos cuantos votos en el Parlamento.
El objetivo del jefe del Ejecutivo catalán no es un secreto para nadie, así lo ha hecho saber en muchas oportunidades “Cada uno puede tener la opinión que quiera, pero no vamos a renunciar a nuestras convicciones”.
Ante este escenario tan oscuro que se vislumbra para la Constitución y la política Española, y ante una inminente propuesta de reforma que abriría el camino a los independentistas catalanes, muchos se preguntan dónde están las voces de los representantes de los partidos de oposición política, sobre todo cuando estamos frente a un escenario político ciertamente anunciado, desde el mismo día en que el Gobierno de Sánchez inició las negociaciones con ERC para garantizar la aprobación de los presupuestos y “reducir el nivel de conflicto en Cataluña”.
Habrá que esperar para ver a dónde conducen a España, estas negociaciones en pro de la convivencia en Cataluña.