Al llegar el invierno no solamente la piel de la cara sufre ante las bajas temperaturas, pues las manos no escapan de ello y se ven afectadas con relación al flujo sanguíneo y circulación; además, al ser una parte del cuerpo que se mantiene expuesta, resultan con mayor sensibilidad. Ahora que las brisas son cada vez más frías, quédate a conocer estos consejos para que protejas esta delicada piel.
1Cuál es el efecto del invierno en tus manos
Durante los meses fríos nuestras manos tienden a resecarse, lo cual no es de extrañarse, pues los cambios bruscos de la temperatura que se dan en un exterior muy frío y un aire caliente dentro de casa, afecta la hidratación natural dejándolas por lo general, secas, algo ásperas y muchas veces agrietadas.
Así mismo, mientras la temperatura disminuye, el cuerpo produce de manera natural menos líquidos, los cuales son necesarios para la barrera protectora de la piel que la protege precisamente de agresiones externas. De igual forma, de manera inconsciente, también realizamos prácticas que llevan al deterioro de esta delicada piel durante el invierno.