Existe una relacion entre la mala alimentación y la depresión. La depresión es una patología de origen psicológico, pero se ha demostrado que existen múltiples factores que pueden incidir en ella, la alimentación por ejemplo, puede agravar de manera significativa los síntomas o al revés, puede evitarlos, aunque obviamente no es suficiente para tratarla.
Y es que el cerebro depende para su funcionamiento del suministro de glucosa, de hecho se ha demostrado que las personas que sufren de depresión son vulnerables a los cambios en los niveles de glucosa en sangre. Cuando consumimos alimentos con altos niveles de azúcar, se produce un pico en la glucosa, para contrarrestar este pico el organismo genera una respuesta hormonal que cuando baja el pico de la glucosa, hace que aparezcan síntomas como el cansancio, la irritabilidad y la depresión. Por esta razón es fundamental mantener un balance en la cantidad de glucosa que consumimos.
La depresión es una de las enfermedades más frecuentes en el mundo actualmente, con frecuencia es bastante difícil de diagnosticar, se calcula que existen en el mundo más de 250 millones de personas que la padecen, es la segunda causa de muerte en los jóvenes entre 15 y 29 años después de los accidentes, la depresión es una enfermedad que puede provocar la muerte, por lo que si podemos evitarla eliminando algunos alimentos de nuestra dieta, merece la pena intentarlo.
A continuación te contamos cuales son los alimentos que no debes consumir si quieres evitar los síntomas de la depresión.
6Alimentos lácteos con altos niveles de grasa
En este grupo de alimentos encontramos los quesos añejos, que se ha demostrado poseen un alto contenido de grasas tipo trans y saturadas que inciden directamente en los síntomas de la depresión. Además los productos lácteos en general son ricos en este tipo de grasas. Además los lácteos poseen un aminoácido llamado prolina que está relacionado con la depresión, y es que los niveles prolina en la sangre están íntimamente relacionados con la composición de la flora intestinal, es decir, el microbioma intestinal de las personas con consumo de prolina frecuente está asociado a niveles de depresión.