San Jacobo de Tarantasia, obispo, es el santo al que honramos el 16 de enero

San Jacobo de Tarantasia, según la tradición, era sirio o asirio, según quién contara la historia, y soldado del ejército persa. Durante esta actuación, conoció a otros soldados cristianos y se convirtió a la fe cristiana.

El significado de Jacobo literalmente es Santiago, y no tienes idea de cuantos hombres que han sido bautizados tanto con el nombre de Jacobo como con el de Santiago existen en España. Según el Instituto Nacional de Estadística, se cuentan por miles, y es seguro que entre tus amistades, conocidos y familiares coces a alguno que ha sido bautizado cn uno cualquiera de esos dos nombres, lo que significa que hoy es el día en el que tienes que felicitarle calurosamente por su santo, pues es otra oportunidad más para ello, además del 25 de julio.

San Jacobo de Tarantasia

San Jacobo De Tarantasia

Sobre San Jacobo de Tarantasia, también existen distintas versiones de cómo conoció a San Honorato de Lerins. Unos dicen que Honorato visitó Oriente, otros que San Jacobo de Tarantasia se enteró de él y de su famoso monasterio y viajó a Occidente para conocerlo. Pero en el año 426, cuando San Honorato fue consagrado obispo de Arles, nombró a San Jacobo de Tarantasia como misionero en Tarantasia y lo nombró obispo.

De San Jacobo de Tarantasia sabemos muy poco, aparte de leyendas, como la de que mientras se construía la catedral de su ciudad, un oso salió del bosque y mató al buey con el que el santo transportaba leños. San Jacobo de Tarantasia se paró frente a la bestia y exclamó solemnemente: «Yo, Jacob, el siervo de Dios, te ordeno, oso malvado, en el nombre del Señor, que inclines tu cuello y hagas la obra de la bestia que has matado. Ponle un yugo». ¡Tu cuello!

Por supuesto, la leyenda cuenta que el oso obedeció y cargó el carro de troncos. Cuando llegaron a la ciudad, unos jóvenes vieron a la bestia y quisieron matarla, pero San Jacobo de Tarantasia se adelantó y dijo: “No atraparon a la bestia. Así que tampoco pueden matarla. La dejaremos ir y la regresaremos al bosque, haciéndole prometer que nunca volverá a la ciudad». Se cuenta que el oso se soltó el yugo y corrió hacia el bosque y nunca más se supo de él.

Otra leyenda dice que durante la construcción de esta misma iglesia, se descubrió que una de las vigas era demasiado corta. Entonces San Jacobo de Tarantasia roció el tronco con agua bendita y dijo una oración, y esto hizo que el tronco se alargara milagrosamente un metro y medio ante los ojos de todos los que estaban presentes.

Un verdadero sacerdote ortodoxo

Un verdadero sacerdote ortodoxo

Después de unos tres años de fructífero apostolado, San Jacobo de Tarantasia a San Marcelo como su sucesor en el obispado y regresó con su maestro en Arles. Curiosamente, tanto San Jacobo de Tarantasia como San Honorato murieron el mismo día, 16 de enero de 429.

El 16 de enero no solamente se recuerda a San Jacobo de Tarantasia, ya que el santoral católico está compuesto por más de 10.000 santos y beatos, y todos los días de un año no bastan para honrarlos a todos, de manera que cada día del año se recuerdan a varios hombres y mujeres que hicieron de sus obras y de sus vidas, un verdadero ejemplo para sus comunidades cristianas.

Entre los nombres que completan el Santoral Católico del 16 de enero, se encuentran San Marcelo I, Papa, San Acursio, San Adyuto, San Berardo, San Danacto, San Furseo, San Honorato, San Jacobo obispo de Tarantasia, San Leobato, San Melas, San Otón, San Pedro, mártir, San Tiziano, San Triverio, Santa Juana, Beata Juana María Condesa Lluch, Beato José Antonio Tovini y Beato José Vaz.