El cambio climático comienza a percibirse con fuerza y es que este pasado año 2022 fallecieron en España 33.900 personas más de las que se tenían previstas y 5.876 tuvieron una muerte relacionada con las altas temperaturas que se registraron durante el verano debido a las olas de calor. La información fue aportada por el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas conocida como MoMo.
MoMo se encarga de analizar las desviaciones de mortalidad diaria
Este sistema tiene el objetivo de identificar las desviaciones de mortalidad diaria comparándolas con otros años. Esto permite entender si existe una desviación real por alguna causa concreta y permite estimar de forma indirecta el impacto que puede tener cualquier circunstancia en la salud pública.
El año con mayor mortalidad desviada fue el 2020 donde fallecieron 73.222 personas debido a la aparición del coronavirus que acumula la cifra de 117.413 personas fallecidas tan solo en España. Si lo dividimos en comunidades autónoma, durante el año 2022 se han producido 3.293 muertes (fuera de lo previsto) en Andalucía, 1.619 en Aragón, 1.232 en Asturias, 1.494 en Baleares, 2.111 en Canarias, 896 en Cantabria, 3.402 en Castillas y León, 1.304 en Castilla-La Mancha y 3.196 en Cataluña.
De la misma manera, han fallecido 4.607 personas en la Comunidad Valenciana, 1.296 personas en Extremadura, 3.333 persona en Galicia, 2.311 persona en la Comunidad de Madrid, 719 personas en Murcia, 951 en Navarra, 1.961 en País Vasco, 254 en la Rioja, 16 en Ceuta y 95 en Melilla.
Se prevé que la mortalidad por olas de calor se triplique para el año 2050
Parece que España está adaptándose al incrementos de las temperaturas, pero no al ritmo que sería óptimo. Si no se toman medidas cuando antes, la mortalidad en el país podría llegar a triplicarse llegando a los 13 mil fallecidos anuales frente a los 4.300 que se manejan en la actualidad. Las olas de calor irán en aumento haciendo que la vida sea mucho más complicada y favoreciendo los golpes de calor.
Julio Díaz, codirector de la Unidad de Referencia en Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), ha llegado a esta conclusión, entre otras.
El año 2022 ha sido uno de los más cálidos y secos de España
Este pasado año 2022 tuvo una temperatura anual de 15 ºC por primera vez superando otros años cálidos como es el caso del 2017 y 2020. Estos son los cuatro años más cálidos que se han registrado desde el año 2015 contando este último por lo que se puede indicar que el año pasado ha sido el más seco con diferencia.
Solo han existido dos años en los que lloviera menos que son el 2005 y 2017. Durante el 2022, el otoño fue prácticamente inexistente alcanzando temperaturas cálidas incluso en octubre y noviembre. Las lluvias quedaron un 24% por debajo de los usual y la sequía se alargó hasta el mes de noviembre. La primera quincena de diciembre comenzó a llover, pero estas ráfagas siguen siendo insuficientes para paliar la sequía de todo el año.
El invierno ha comenzado el 21 de diciembre y las dos primeras semanas la temperatura ha sido superior a la habitual, sobre todo en la parte sur de la península. También la temperatura será más cálida en ambos archipiélagos y el resto del país se mantendrá en una temperatura normal o más cálida de lo usual.
El otoño de 2022 fue uno de los más secos desde hace décadas
Este pasado otoño, las precipitaciones fueron totalmente escasas y tan solo se acumularon 152 litros por metro cuadrado en el territorio peninsular. Este valor se sitúa un 24% por debajo de la media que son 200 litros por metro cuadrado lo que ha hecho que se genere una sequía anómala. Este ha sido el tercer otoño con menos lluvias de todo el siglo XXI y el decimocuarto más seco desde que se tienen registros.
Cada uno de los meses formantes del otoño tuvieron precipitaciones que estuvieron por debajo de lo habitual. Septiembre y octubre fueron catalogados como meses secos mientras que noviembre fue catalogado como normal a pesar de haber tenido pocas lluvias.
Otro factor que afecta al territorio es la distribución de la lluvia que fue desigual. Solo en Galicia, sur de Castillas y León, sur de Aragón y algunos puntos del Cantábrico oriental tuvieron más lluvia de lo normal junto con la Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Baleares.
En el caso de Canarias, el otoño fue muy húmedo debido a las lluvias acumuladas durante la tormenta tropical Hermine lo que hizo que se registrara más lluvias durante el otoño. Una de las comunidades autónomas más conocida por sus lluvias, Asturias, no ha tenido un otoño habitual registrando muy pocas precipitaciones.
El calentamiento global es un hecho que está asolando a España que parece registrar con los años una temperatura mayor.