Que los consumidores opten por usar teteras de hierro fundido no es una casualidad. Aunque las teteras de porcelana, cerámica y bronce son igualmente útiles, las de hierro presentan una serie de ventajas que no están presentes en las demás.
Uno de los aspectos que dotan a las teteras de hierro de más valor para el té es su la capacidad térmica de su material. De manera natural el hierro es capaz de alcanzar temperaturas más altas y, al mismo tiempo, mantiene mejor el calor que el resto de materiales. Su tapadera (adición japonesa) crea un ambiente hermético que favorece la retención del calor y provoca que el contenido esté siempre a la temperatura óptima de consumición.
En segundo término, la duración de una tetera de hierro es bastante mayor que aquellas que son de otros materiales. La resistencia del hierro al paso del tiempo, los golpes, las rozaduras y cualquier tipo de daño es sobradamente superior a la de materiales frágiles como la cerámica o la porcelana. Si su mantenimiento es adecuado, la inversión en nuestra tetera será para toda la vida.
En último lugar, las teteras de hierro aportan estética a nuestra cocina. De hecho, Japón sigue cuidando con mimo el arte del hierro fundido y ha desarrollado diseños realmente sorprendentes para este tipo de teteras.
¿Cómo usar y mantener una tetera de hierro?
Como decíamos, nuestra tetera de hierro puede durarnos toda la vida, siempre y cuando hagamos de ella un uso adecuado y su mantenimiento sea el correcto.
Lo primero que debemos saber es que la tetera de hierro no es un recipiente de cocción, sino de depósito. Con esto nos referimos a que no se debe poner en el fuego para calentar el agua. La infusión o la tisana deberán hacerse en un cazo o tetera distinta de la de hierro, ya que el contacto con el fuego puede dañar la parte exterior del hierro. Tampoco es recomendable guardar lo que sobra dentro para evitar la fermentación y el deterioro del esmalte.
En cuanto a su limpieza, el agua es suficiente para eliminar las impurezas. El jabón puede desgastar el esmalte interior y reducir las propiedades positivas de la tetera de hierro fundido. Y, por supuesto, debemos secarla inmediatamente después de lavarla para no incentivar la aparición del óxido, tan nocivo para el hierro.
Siguiendo todos estos pasos y tomando estas precauciones, podemos estar seguros de que tendremos nuestra tetera de hierro a pleno rendimiento para disfrutar de nuestro mejor té.