¿Conoces los efectos de la aspirina? Hace unos 30 años, era uno de los más populares para aliviar dolores de cabeza, musculares, dentales y bajar la fiebre. Sin embargo, con la llegada de otros medicamentos como el paracetamol y el ibuprofeno, la aspirina perdió gran parte de su fama. Además, la dejaron de subvencionar por la Seguridad Social, lo que también contribuyó a su pérdida de popularidad.
Aunque es comúnmente utilizada, muchas personas no se toman el tiempo de leer el prospecto y conocer los posibles efectos adversos que puede producir. Por eso, si necesitas ir al médico, olvídate de la automedicación y deja que el verdadero profesional te recete lo que más te convenga. A continuación, te presentamos algunas situaciones en las que nunca deberías tomar aspirina. ¡Comencemos!
1No uses aspirina si te encuentras en embarazo
Es importante tener en cuenta que el consumo de aspirina durante el embarazo no es recomendado, a menos que sea recetado por un médico y sólo en casos excepcionales. Esto se debe a que cuando se toma este medicamento, los compuestos pueden pasar al torrente sanguíneo y ser absorbidos por el feto. Durante el primer mes de embarazo, el riesgo de absorción por parte del feto es menor, pero las posibilidades de aborto involuntario son mayores.
A medida que avanza el embarazo, el consumo de aspirina puede ser peligroso para el bebé si llega a absorber grandes cantidades. Algunas de las consecuencias del consumo de aspirina durante el embarazo incluyen el aborto involuntario, el desprendimiento de placenta, problemas en el crecimiento infantil y un mayor riesgo de problemas en los pulmones y el corazón.
