La calidad del aire en Madrid siempre ha estado en entredicho, donde la contaminación de la ciudad ha permanecido con el paso de los años en un tema de gran aspecto y seguridad, si bien desde 2018, con Manuela Carmena como alcaldesa, se introdujeron medidas como Madrid Central, hoy llamado Madrid 360.
Ahora, y como algo insólito si tenemos en cuenta los últimos años, la previsión se ha cumplido, y Madrid cumplió en 2022 por «primera vez en su historia» los requisitos de calidad del aire establecidos por la Unión Europea y por cuyo incumplimiento en los años anteriores fue condenada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Lo ha hecho de la mano del alcalde de la capital madrileña, Martínez Almeida, quien presentó los datos con el objetivo de ensalzar la estrategia medioambiental de su gobierno durante esta legislatura, que comenzó con polémicas en torno a Madrid central y cierra con una moratoria para la entrada de los vehículos de etiqueta B en el centro de la ciudad igualmente criticada por la oposición y los ecologistas.
La calidad del aire en Madrid es mejor, pero aún insuficiente
Porque no es nuevo que la contaminación atmosférica en las ciudades es uno de los principales caballos de batalla en la lucha contra la crisis climática. Sus consecuencias en la salud tienen un alto impacto social y económico, en la que se ha estudiado cómo, en más de 1.000 ciudades europeas, la carga de mortalidad atribuible a la contaminación del aire en estas urbes.
Es ahí donde las áreas metropolitanas tanto de Madrid como de Barcelona se encuentran entre las ciudades europeas con más mortalidad atribuible a dióxido de nitrógeno, lo que indica que hay mucho trabajo por hacer para mejorar la calidad del aire.
En esta dirección, y como algo muy negativo, es verdad que la capital española se encuentra entre las ciudades que encabezan la lista de contaminación por NO2, aunque es algo que se ha mejorado dentro de la propia ciudad de Madrid, aunque a ojos de Europa sus niveles están aún bien verdes (y no literalmente).
Porque ahora se ha destacado que las 24 estaciones de medición situadas en la capital han mejorado sus datos respecto a 2018 y han marcado en un 22,7% la media de progreso de las mismas.
Desde la Delegación de Medio Ambiente y Movilidad han explicado que esto supone que en los últimos tres años se han registrado «los valores de NO2 más bajos de su historia desde que se aplica la normativa comunitaria». Además, este es el primer año en que no se aplica el Protocolo por contaminación desde que entró en vigor en 2015.
Almeida se acuerda del anterior Gobierno y achaca sus medidas restrictivas
Con ello, y si en los dos últimos años la calidad del aire de la ciudad de Madrid se había quedado a las puertas de cumplir la norma europea -solo una estación rebasó en 2020 y 2021 el umbral permitido de dióxido de nitrógeno (NO2)-, en este último ejercicio las 24 estaciones de medición repartidas por toda la ciudad están dentro de los parámetros marcados por Bruselas.
«Hemos demostrado que frente a políticas fracasadas, se pueden generar alternativas», ha remarcado el alcalde de la capital, quien ha sacado pecho de que Madrid es ‘pionera’ en iniciativas como cesar el diésel como combustible de los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT).
El objetivo, ha dicho el alcalde, se ha cumplido gracias «a la actitud de los madrileños» y a la política contra la contaminación del equipo municipal, contemplada en la estrategia de sostenibilidad ambiental Madrid 360