A todos nos gustaría decir que tenemos dientes blancos, quizá porque tenemos claro que nuestra sonrisa es nuestra mejor tarjeta de presentación. Sin embargo, los dientes amarillos son más comunes de lo que tu crees. Y no hay duda de que los protagonistas de esa primera impresión son los dientes. Una sonrisa blanca y bien alineada es una garantía de éxito y eso explica el auge de los tratamientos blanqueadores.
En muchos casos para conservar el blanco natural de nuestros dientes basta con una buena higiene, llevar al día las revisiones periódicas en el dentista y saber qué alimentos hacen que nuestra sonrisa se apague. Vamos a hacer un breve repaso sobre qué comer y qué evitar para mantener nuestro esmalte inmaculado.
2Frutas de colores intensos
La remolacha, los arándanos, las cerezas, las moras, las frambuesas nos llaman la atención por sus vibrantes colores no solo nos llaman la atención en las estanterías del supermercado, también pueden manchar nuestra dentadura. Sus fuertes colores indican la presencia de pigmentos ricos en antioxidantes (lo que es bueno), pero también indican que son capaces de resistir en nuestros dientes más tiempo (lo que no es tan bueno). Después de comerlos, se impone un buen cepillado.