San Simeón el Estilita, es reconocido por haber llevado una de las más extremas vidas ascéticas que cualquier otro eremita cristiano, llegando a vivir sobre una columna los últimos 37 años de vida, por lo que se ganó el sobrenombre de «el Estilita». Murió en el año 459. Su festividad se conmemora el 5 de enero.
Simeón, o también conocido como Simón, esa es la razón por la que el día de hoy tienes que felicitar por su onomástico a todos los caballeros que conozcas que hayan sido bautizados en España con el nombre de Simeón o de Simón, que se encuentren entre tus conocidos, allegados o parientes.
San Simeón el Estilita
San Simón o Simeón el Estilita o simplemente Simón el Estilita (Sisana, Cilicia, c. 390 – Alepo, Siria, 27 de septiembre de 459), también conocido como Simeón el Estilita el Viejo (para distinguirlo de Simeón el Joven, Simeón el Estilita III y el estilista de Simeón Lesba fue un santo asceta.
San Simeón el Estilita se hizo famoso por elegir pasar 37 años en penitencia en una pequeña plataforma en una columna cerca de Alepo en Siria, por lo que fue apodado «El Estilita». Es conocido como uno de los padres de la basura. Nació en Sisana, en el norte de Siria y creció como pastor.
A la edad de 15 años, San Simeón el Estilita ingresó a un monasterio, recitó 150 salmos de la Biblia y oró todas las semanas durante 21 días. Su lugar de nacimiento es Sisana, Cilicia, muy cerca del lugar de nacimiento de San Pablo, que fue la población de Tarso. De niño, se dedicó a pastorear ovejas en los campos, pero el deseo de ser santo y de ver a su Padre celestial, comenzó a crecer y fortalecerse en su corazón y mente.
Pero, cuando San Simeón el Estilita ingresó en un monasterio, se dedicó a la oración intensa ya la penitencia extrema para arrepentir su alma, resistir las tentaciones y convertir las almas pecadoras. Ante la rigurosidad de su penitencia, el abad le ordenó abandonar el monasterio, temiendo que otros monjes siguieran su ejemplo.
Se le atribuye a San Simeón el Estilita la invención del silicio, una forma de castigar el cuerpo, para que sufra por los pecados cometidos. Fue debido a esa absoluta severidad, que fue expulsado del monasterio y decidió ir al desierto a continuar su penitencia.
Allí, después de una vida en una cisterna seca y una cueva, el constante fastidio de muchas personas que venían a visitarlo, alejándolo de la vida de contemplación y oración y acercándolo a la tentación, San Simeón el Estilita decidió que se levantara un pilar para a él, de tres metros de altura, con una base de un metro, pero finalmente llegó a medir unos 17 metros de altura, para vivir y mantenerse alejado del mundo y de la gente, hasta el final de su vida.
En este lugar, se convirtió en el héroe del ascetismo más extremo y severo para alcanzar la pureza del alma. Miles de feligreses vinieron a visitar al santo y predicó con elocuencia muchos sermones. Funcionarios reales e incluso el propio emperador llegaron a recibir de San Simeón el Estilita muy sabios consejos para que su reino viviera en paz y armonía.
Comía sólo una vez a la semana
San Simeón el Estilita comía solo una vez a la semana y pasaba la mayor parte del día y la noche en oración. Murió el 5 de enero de 459. Se encontraba orando de rodillas, inclinó la cabeza, y de ese modo que murió, como si se hubiera quedado dormido.
Muchos milagros ocurrieron en la tumba de San Simeón el Estilita, y al lado del lugar donde estaban su pilar, se construyó un gran monasterio para los monjes que deseaban arrepentirse de sus pecados y vivir en constante penitencia.
Pero el 05 de enero no sólo honramos a San Simeón el Estilita, sino que el Santoral Católico se completa con los nombres de San Juan Neumann, San Convoión, San Diosgracias, San Eduardo, el confesor, Santa Emiliana, Santa Genoveva Torres Morales, San Gerlaco, Santa Sinclética, Beato Carlos de San Andrés Houben, Beata Marcelina Darowska, Beata María Repetto, Beato Pedro Bonilli y Beato Rogerio.