Sería demasiado absurdo que alguien presumiera de haber adivinado la trayectoria de Miley Cyrus cuando apareció en el mundo del pop. En aquel momento la imagen de la adolescente Disney con una peluca rubia cantando bajo el nombre de Hanna Montana no pasaba de ser la de otra más de las adolescentes que la industria inflaba para generar algunos hits fáciles. Pero en el camino supo transformarse radicalmente.
Hoy, tras varios trabajos brillantes y escándalos desafortunados, Miley Cyrus tiene dos cosas que la definen. Por un lado, es un absoluto icono sexual, de hecho en una generación que comparte con figuras como Lady Gaga o Kesha probablemente sea la más sexual de todas las estrellas pop de su momento, y, por otro lado, su disposición a colaborar con algunas figuras históricas del rock, dándoles un nuevo empuje de para el gran público.
Joan Jett, Stevie Nicks de Fleetwood Mac, Billy Idol, David Byrne, los Foo Fighters y Laura Jane Grace de Against Me! Son algunos de los nombres que han compartido con ella el estudio o la tarima. Es una lista llamativa que demuestra un oído bastante ecléctico en cuestiones de rock, pero lo ha hecho sin perder ni un poco de su éxito pop. Es que ha tenido una buena habilidad para saltar desde los sonidos que más le interesan a lo que sea que necesita para colarse en las listas de éxitos.
UN PUENTE ENTRE ÉPOCAS DISTINTAS
Lo cierto es que esta cercanía a figuras clave del rock, empujada en buena parte por la influencia de su padre en Nashville, ha hecho que la artista sirva de embajadora del pasado para una generación de jóvenes. Es complicado saber cuantas adolescentes millennials ubicaron pro primera vez a Fleetwood Mac por la presencia de su vocalista en ‘Edge of Midnight’ o cuantos se pasearon por la discografía de Billy Idol por lo mismo.
Pero también ha servido para trazar puentes con artistas en activo de la música alternativa, es el caso de Wayne Coyne de los Flaming Lips que acepta que sus streams se multiplicaron tras colaborar con Miley o de Laura Jane Grace que pudo apoyarse en ella para aumentar el alcance de su ‘True Trans Soul Rebel’ tras tocarla con Cyrus. Es una posición extraña para alguien que por años no pudo decir groserías para evitar pelearse con la empresa del ratón.
NUEVO AÑO NUEVA MILEY CYRUS
La artista ya anunció que este año lo abriría con un nuevo sencillo ‘Flowers’, lanzado por cierto el día del cumpleaños de su exesposo Liam Hemsworth, que parece que líricamente buscara mantener la misma línea de empoderamiento de los últimos trabajos de la cantante. Aunque no hay demasiadas pistas de como sonara, siendo Miley quien es todo desde el glam rock al pop más electrónico entran en las posibilidades.
Es además el primer adelanto de lo que será su nuevo disco. Su último trabajo, ‘Plastic Hearts’ estaba lleno de influencias del rock de los años 80. Es llamativo ver como otros artistas tiran de influencias más pop de esa década, como el uso de sintetizadores descarado de Harry Styles y Dua Lipa, haya sido una ex niña Disney la que tomara la parte más guitarrera y sucia de la época y la actualizara.
Pero antes de eso ya había trabajado en el country y el folk con ‘Younger Now’ de 2015, el pop electrónico en ‘Bangerz’ de 2013, la música experimental en el extrañísimo ‘Miley Cyrus & Her Dead Petz’ de 2015, donde colaboró con los Flaming Lips. Siendo así predecir como sonará su nuevo trabajo parece absolutamente imposible, aunque dado que David Byrne y Dolly Parton están entre su compañía reciente parece lógico que ambos dejen algo de influencia en el disco.
La otra buena noticia es que la intérprete de ‘Wrecking Ball’ sigue al pie de la letra ese disco de nuevo lanzamiento y nueva gira, por lo que no sería raro que tome pronto la carretera. De momento habrá que esperar para saber si su nueva gira pasa o no por el territorio español en 2023 o más tarde.
OTROS ARTISTAS HAN BUSCADO A LOS VIEJOS ÍDOLOS
Lo cierto es que este rescate de viejos ídolos que Miley popularizó sigue de moda. Desde Dua Lipa grabando con Elton John hasta Post Malone entrando al estudio con Ozzy Osbourne este tipo de encuentros es cada vez más normal. En la práctica permiten una ventaja a ambos artistas, para las viejas glorias es la oportunidad de ser descubiertos por un público más joven, y para los músicos jóvenes es una importante consagración cultural.