La alergia a la lactosa es una de las alergias alimentarias más comunes, sobre todo entre bebés y niños. La alergia ocurre cuando el sistema inmunológico de una persona se vuelve hipersensible a un componente alérgeno de los alimentos. El organismo lo detecta como una amenaza y provoca una relación defensiva exagerada cuando se ingiere. Algunos de los alergenos más habituales son el marisco, el trigo, los huevos o los frutos secos, además de la leche. En este caso, son las proteínas que contienen los lácteos las que desencadenan la reacción alérgica.
4SÍNTOMAS DE UNA CRISIS ALÉRGICA
La reacción por alergia a la lactosa se puede producir en un intervalo de tiempo entre pocos minutos a varias horas y puede comprender los siguientes síntomas:
- Dolor de estómago
- Vómitos y diarrea
- Urticaria
- Erupciones cutáneas
- Respiración sibilante o dificultad respiratoria
- Ronquera, opresión en la garganta, tos
- Hinchazón de ojos y picor
- Bajada de la presión arterial
Si la alergia es grave, puede producirse una reacción anafiláctica, que pude empezar con síntomas leves y empeorar de manera brusca, provocando dificultad respiratoria e incluso mareos y pérdida de conciencia.