Huevo frito: cómo hacerlo sin aceite y que no se pegue a la sartén

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Si existe una comida que es internacional y que ha estado presente en la gastronomía mundial desde tiempos inmemoriales, esa es el huevo frito. No hay receta más rápida, barata y que necesita pocos ingredientes o ninguno, si no lo tomas con sal, y está realmente delicioso. Eso sin contar que el huevo es uno de los ingredientes más interesantes desde el punto de vista nutricional, uno de los alimentos más completos que hay.

¿El problema? Que no todos saben hacer el huevo frito a su gusto, especialmente los que buscan que tenga puntilla, que la yema esté bien líquida, que logre freírse «en su punto» o que no salte el aceite, pudiendo generar quemaduras. Pero lo cierto es que para todo eso hay una solución, aunque si no eres de los clásicos que fríen el huevo con mucho aceite, puedes optar por una solución que parecería extraña, pero no lo es tanto: freír sin aceite y por supuesto sin que se pegue a la sartén. Vamos a ver todo ello.

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Huevo frito a la plancha que tampoco engorda

El huevo a la plancha es una de las formas de disfrutar de un buen huevo pero sin engordar nada. El truco está en poner tan solo una gota de aceite en una sartén pequeña y antiadherente y repartirla por toda la superficie, para que se quede impregnada y pueda cocinarse con el sabor de un buen aceite de oliva virgen extra.

El resultado será un huevo cocinado gracias a la gota de aceite y al vapor que desprende cuando se ha calentado el aceite lo suficiente. Debemos poner una tapa para que se termine de hacer y ¡listo! Como ves, es similar a la anterior, pero conseguirás con un poco de cuidado la ansiada ‘puntilla’.