La idea de Florentino Pérez y su Superliga se encuentra en un callejón sin salida. A todos los contratiempos sufridos en los últimos tiempos, desde las negativas de la FIFA, la UEFA, los rifirrafes entre el presidente blanco y Ceferin y otras problemáticas de gran calado, la Superliga ahora se ha topado con otro escollo.
Sí, la misma Unión Europea. Una Unión Europea que desde el primer momento se ha mostrado reticente a esta idea que buscaba crear Florentino Pérez y que ahora, de nuevo, se ha visto sin apoyos suficientes para poner en marcha, de una vez por todas, este proyecto.
El torneo europeo distaba mucho de lo que venía siendo el fútbol convencional, pues la idea fue creada como una competición impulsada por los más poderosos clubes del continente para una liga cerrada entre los mejores clubes europeos.
Desde sus inicios, prometía beneficios económicos «muy superiores» para toda la estructura piramidal del futbol». Programada para durar de agosto a mayo, los pagos de solidaridad iban a crecer en línea con los ingresos de la liga.
Tanto, que se esperaba que superaran los 10 mil millones de euros a lo largo del periodo de compromiso de los Clubes Fundadores. Unos clubes fundadores que, luego de conocer la opinión de los suyos, dieron marcha atrás con rotundidad.
La Unión Europea le dice ‘no’ a esta Superliga: los clubes no podrán participar en las competiciones habituales
Para ello, esta competición de la Superliga proponía muchos más partidos de nivel, que fuesen atractivos para todo el mundo, independientemente quien jugase. Sería el modo de ganar espectadores neutros que no apoyan a ninguno de los dos equipos que se enfrentan.
Pero pronto empezaron a salir problemas, tanto para Florentino Pérez como para la misma Superliga, desde ciertos clubes fundadores hasta nombres que habían entrado inicialmente con el presidente blanco. La UE, entonces, también dijo que no, pero ahora lo ha hecho con aún más terminante.
Así, lo que se ha conocido es el paso al frente de la Unión Europea, que se ha referido a que, si bien los clubes tienen libertad total para crear su propia competición fuera del ecosistema de la UEFA y de la FIFA, lo que no pueden hacer es continuar participando en las competiciones habituales sin la autorización previa de esas federaciones.
Es verdad que se trata, por el momento, únicamente de la opinión de uno de los abogados generales de la corte, Athanasios Rantos, que no es vinculante. Esto llega a través de un informe del que la Unión Europea ataca completamente una de las teorías de Florentino Pérez, que siempre ha acusado a las federaciones competentes de ejercer «un abuso de poder» y «un monopolio».
La normativa sigue chocando con lo propuesto por Florentino Pérez: los vetos siguen siendo una amenaza
Sin embargo, el magistrado considera todo lo contrario. Cree que la UEFA y la FIFA están en su derecho: «Habida cuenta de las características de la competición proyectada, los efectos restrictivos derivados del sistema de autorización previa son inherentes y proporcionados para alcanzar los objetivos legítimos perseguidos por la UEFA y la FIFA».
De esta forma, tal y como se ha hecho saber por este abogado de la UE, solo podría caber este proyecto con un acuerdo previo con UEFA o FIFA, o bien al margen de estos y con todas las consecuencias (expulsión de las ligas nacionales, con jugadores que se arriesguen a no ir más con las selecciones, árbitros propios…).
«Las libertades fundamentales reconocidas por el Derecho de la Unión no se oponen a los Estatutos de la FIFA y la UEFA, que prevén que la creación de una nueva competición paneuropea de fútbol entre clubes quede sometida a un sistema de autorización previa, en la medida en que dicha exigencia sea adecuada y necesaria a tal efecto, habida cuenta de las particularidades de la competición proyectada», finaliza.
Cabe resaltar que la UEFA y la FIFA son, respectivamente, los organismos directivos del fútbol europeo y mundial, por lo que, conforme a sus estatutos, tienen el monopolio para autorizar y organizar competiciones internacionales de fútbol profesional en Europa. Si algo ajeno a ellos ocurre, como este proyecto de la Superliga, los clubes corren el riesgo de vetos, expulsiones y sanciones económicas de gran altura, como ya la UEFA amenazó al Real Madrid, FC Barcelona y Manchester United previamente.