Cómo saber qué tipo de piel tengo y algunos cuidados clave

Un error muy común es utilizar una crema o producto cosmético sin saber el tipo de piel que tenemos. Por ejemplo, aquellas personas que tengan pieles mixtas y grasas podrían tener importantes problemas en el caso de que utilicen un tipo de crema incorrecta para su cuidado. Si esto se repite en el tiempo, los daños podrían ser más importantes:

Una crema adecuada para nuestra piel puede lograr muy buenos resultados, consiguiendo una buena hidratación y siendo capaz de retrasar los estragos de la edad. Pero si la crema no es adecuada, podría producir los efectos contrarios, además de alergias, irritaciones, eczemas, etc.

¿Cómo saber tu tipo de piel? Nosotros te podemos ayudar con ello.

¿Cómo saber qué tipo de piel tengo?

Un error muy habitual es ir probando diferentes cremas hasta encontrar una que nos vaya bien. Esto podría provocar consecuencias muy graves en la dermis, ya que no parece probable que vayamos a tener éxito en nuestros primeros intentos.

Nuestra recomendación es que sigas los pasos que detallamos a continuación:

Simplemente lávate la cara con agua tibia y espera un poco a que se seque. Aunque parezca algo absurdo, puede ayudarte a conocer los tipos de piel cara que corresponde a la tuya.

  • Piel seca: Si al secarse la piel, esta presenta un aspecto tirante, nos estará indicando que la piel es seca. Identificaremos que es una piel muy seca en el caso de que no se aprecien los poros de la piel.
  • Piel grasa: La forma de identificar una piel grasa es analizar si aparecen brillos. Para asegurarte, al pasar la mano deberíamos notarla algo grasienta. Además, si la observamos atentamente nos resultará muy sencillo apreciar los poros.
  • Piel mixta: En el caso de que veamos brillos en zonas específicas del rostro (en la nariz o frente), pero al mismo tiempo se nos queda la piel tirante en otras partes, es un indicativo de que tenemos la piel mixta. Ahora bien, es posible que estos brillos discordantes se presenten en otras áreas.
  • Piel normal: Si no vemos ni brillos, ni ninguna zona de la piel tirante o grasienta, entonces nuestra piel será normal.
  • Piel sensible: Es posible tener una piel seca / grasa / mixta o normal y a la vez sensible. Puede ser sensible en base a ciertos agentes del entorno, cómo al frío, al contacto directo con los rayos del sol, a algún producto cosmético, etc.

Aunque todos los tipos de piel requieren de una buena hidratación, cada una de ellas debe de ser cuidada con productos específicos.

Presta especial atención si al hacer esta prueba te ha dado como resultado que tienes una piel seca o piel grasa. Las primeras necesitan de un producto que hidrate mucho, mientras que en las segundas deberían evitarse productos que aumentasen todavía la oleosidad (sobre todo, cremas con aceite).

Ante cualquier duda, acude al dermatólogo y asegúrate de usar tan sólo productos cosméticos de la máxima calidad posible. Así evitarás cualquier tipo de problema.

Algunos consejos para recuperar las características propias de la piel

Si quieres tener tu piel cómo antaño, estos consejos pueden ayudarte.

Productos especiales para tu piel

Te recomendamos que elijas únicamente productos naturales que te aseguren que van a ser realmente respetuosos para la piel. Utiliza un desmaquillante adecuado y evita dejarte alguna zona sin desmaquillar.

Además, utiliza un despigmentante y un anti-puntos negros. No te olvides de elegir también un producto que hidrate tu piel desde las capas más bajas para contribuir a la regeneración celular. De esta forma se irán sustituyendo las células muertas por las nuevas.

Con esto conseguiremos una piel hidratada, limpia, tersa y preparada para resistir el paso del tiempo.

Los baños mejor con agua tibia

Aunque lo más lógico es ducharnos con agua caliente, también es mucho más perjudicial para el cuerpo. Hay algo que tienes que conocer: en la piel tenemos aceites naturales que se encargan de protegerla ante cualquier tipo de condición extrema.

Con el agua caliente lo único que hacemos es disolverlos poco a poco. Cuanta más fría esté el agua, mucho mejor (aunque puedes optar por el agua tibia sin problema).

Además, te recomendamos que el baño no dure más de 15 minutos para que ese aceite no se vea disuelto.

Secado con mucha delicadeza

Cuando tengas que secar tu piel asegúrate de utilizar una toalla que sea completamente respetuosa con ella. Si la secas de una forma demasiado pronunciada, también contribuirás a eliminar ese aceite natural que tanto nos estamos esforzando por conservar.

Presta mucha atención a este aspecto porque es de vital importancia.

Bebe mucha agua

¿Sabías que beber mucha agua puede mantener tu piel en las mejores condiciones? Ayudará a que esté más hidratada y presentará un aspecto mucho más radiante y menos envejecido.

Los expertos aseguran beber, como mínimo, 2 litros de agua al día. Sin embargo, esto realmente dependerá de la actividad física que realices. Es posible que necesites más o menos de esa cantidad.

Si sigues estos tips conseguirás tener una piel limpia y tersa durante mucho tiempo.