Comprar pescado tiene su ciencia, debido a que es un producto que no dura demasiado tiempo fresco antes de comenzar a ponerse malo. Si lo compras en el día, se tiene que comer al instante o congelarlo en vez de dejarlo en la nevera. Si no se realiza, se corre el riesgo de que huela mal.
Sin embargo, aprender a diferenciar entre el pescado que huele a mar y el que tiene un olor tan insoportable es la clave para conocer si está en buen estado o lo mejor es dejarlo en la basura. En el artículo de hoy, te contaremos un truco para recuperar el pescado que huele y disfrutes de deliciosos platillos. ¡Comencemos!
6Truco de la leche
Para conocer qué tus pescados y mariscos están en mal estado, tienes que prestar atención a la química orgánica que se llama óxido de trimetilamina. Esta sustancia es inodora, incolora, y se produce durante los procesos metabólicos normales de cualquier ser vivo, siendo abundante en el tejido de los peces.
El problema es que cuando se genera una reducción bacteriana cuando el pescado ya está muerto, este compuesto se vuelve trimetilamina un producto de la descomposición de plantas y animales que genera olor a podrido. Pero, ¿para qué sirve la leche? Pues bien, la caseína que contiene el lácteo se une con la trimetilamina reduciendo su olor.
Por suerte, si tomas un tazón de leche y dejas el pescado remojando por unos 10 o 20 minutos y después enjuágalo. Con este simple truco vas a reducir el olor de los pescados que están en buen estado.
