Los perfumes de equivalencia, como los que encontramos en Lidl, también conocidos como clones o imitaciones, son perfumes muy parecidos o idénticos a las fragancias más conocidas de las grandes marcas de lujo, con la única diferencia de que el precio es mucho más económico. Muchas personas creen que la diferencia de precio se debe a que son de peor calidad o a que estas falsificaciones son ilegales o se encuentran en el límite de lo legal, pero esto no es cierto. La realidad es que los aromas no se pueden patentar, así que cualquier fabricante puede replicar la fórmula de un perfume famoso, siempre cuando respete los derechos de explotación de la marca original.