Hace más de 500 años el médico y químico suizo Paracelso dijo todas las sustancias son veneno y nada es veneno, solo la dosis hace la diferencia entre un veneno de un remedio. Esta frase es perfecta para demostrar cómo beber demasiada agua puede ser muy peligroso.
Beber agua es fundamental para la y el correcto funcionamiento del cuerpo humano sin embargo no hay estudios claros que señale cuánto es la cantidad correcta para mantenernos hidratados en el día, en los últimos años se ha mencionado que esta cantidad ronda los 2 litros y la verdad es que esta cantidad parece ser más o menos la ideal, pero hoy vamos hablar del lado contrario de la moneda, cuándo tomar más agua puede ser peligroso.
2Lo opuesto a la sed
Como ya hemos comentado el máximo de agua para una persona puede ser diferente para otra y la verdad es que rebasar este límite es muy complicado, ya que el cuerpo humano tiene mecanismos que nos evitan sobrepasarnos con el agua.
Cuando tu cuerpo necesita hidratarse manda una señal que nosotros interpretamos como sed, si te pasas con la cantidad de agua tu cuerpo también te puede estar mandando una señal, para avisarte que es suficiente y que no necesita más. Quizá no lo relaciones con el agua, porque la sentimos comúnmente cuando comemos, pero demasiada agua también puede despertarla, nos referimos a la sensación de saciedad.