Los niños son muy activos y curiosos por naturaleza, por lo que es común que se hagan heridas de vez en cuando. Algunas heridas pueden ser leves y requerir solo limpieza y cuidado en el hogar con alguna Pomada Heridas , mientras que otras pueden ser más graves y requerir atención médica inmediata. Es importante estar preparado para manejar las heridas de los niños de manera adecuada, así como saber cual es la forma más correcta de limpiar heridas, sobre todo si son niños que se ponen nerviosos con facilidad o que tienen miedo a las curas. Tradicionalmente, las heridas de los niños se curaban limpiandolas con agua, además de echando después agua oxigenada, lo que causaba un gran picor y luego se ponía mercromina, que con el tiempo fue sustituida por el yodo. El escozor y dolor, además del burbujeo de la espuma blanca hace que muchos niños sientan más pavor ante curarse la herida que por la herida en si misma. Sin embargo, hoy en día, las formas de limpiar las heridas y de curarlas han cambiado bastante, al menos en cuanto a lo que a productos se refiere.
Ejemplo de ello son los productos como o los sprays que han sustituido al agua oxigenedada como producto estrella para la limpieza. Uno de ellos es el Spray para heridas de Hansaplast. El Spray para heridas de Hansaplast es una solución efectiva para limpiar las heridas leves, estén donde esten, de manera rápida y sin dolor. Es inodora, incolora e indolora, y es adecuado para personas con piel sensible y, por supuesto, para niños. Para usarlo, primero hay que detener el sangrado y luego aplicar el spray desde una distancia de 10 cm sobre toda la herida para eliminar la suciedad y las partículas visibles. Después de esto, se procede a secar cuidadosamente la herida y el área circundante y tapar la herida, especialmente para que el niño no ande rascando o tocando. Asegúrese de leer las instrucciones de uso incluidas en el paquete antes de usar el producto. Además de eso, deben recordarse los siguientes puntos, ya que son errores que muchas personas suelen cometer, fruto de la tradición:
- No soplar la herida: la boca está llena de bacterias y soplar o lamer la herida puede hacer que estas penetren en ella, con lo cual es mejor evitar esta acción, por mucho que sea haya hecho toda la vida.
- No dejar la herida al aire libre: Es importante tapar una herida, incluso si es pequeña, durante uno o dos días. Dejar una herida al aire libre no acelera su proceso de curación y puede ser contraproducente. La investigación ha demostrado que cubrir una herida puede ayudar a su cicatrización y protegerla de infecciones.
- No tocar la herida con las manos sucias o sin lavarse las manos previamente: Antes de tocar una herida, es importante asegurarse de que las manos estén limpias. Es mejor evitar tocar la herida con las manos sucias para evitar la introducción de bacterias y reducir el riesgo de infección.
- No exponer la herida a la luz solar: Es importante evitar exponer una herida a la luz solar directa ya que esto puede retrasar su proceso de cicatrización y aumentar el riesgo de daños por quemaduras solares. Si es necesario exponer la herida a la luz solar, es importante protegerla con una capa de crema protectora o cubrirla con una tela suave y ligera para evitar daños adicionales.
- No aplicar alcohol o peróxido sobre la herida: Es importante evitar aplicar alcohol o peróxido sobre una herida ya que estos productos pueden dañar el tejido y retrasar el proceso de cicatrización. Además, el alcohol y el peróxido pueden ser dolorosos al aplicarlos sobre una herida y pueden aumentar el riesgo de infección. En lugar de usar alcohol o peróxido, es mejor utilizar productos suaves y limpiadores que no dañen el tejido y ayuden a proteger la herida de infecciones.
- No arrascarse las heridas: Hay que evitar rascarse las heridas o retirar la postilla, ya que esto puede dañar la piel y retrasar el proceso de cicatrización. Si la herida es muy pruriginosa, es mejor aplicar una crema o loción hidratante suave para aliviar la picazón en lugar de rascarse. Si es necesario retirar la postilla, es importante hacerlo con cuidado y siguiendo las instrucciones de un médico o enfermero.
Todos nos hacemos heridas de vez en cuando y es natural preocuparse por ellas, especialmente cuando son nuestros hijos los que se la han hecho. Sin embargo, es importante recordar que la mayoría de las heridas sanan por sí solas con el tiempo y el cuidado adecuado. Al seguir algunas medidas simples como lavarse las manos antes de tocar la herida, protegerla del sol y evitar rascarse o retirar la postilla, podemos ayudar a que la herida sane de manera más rápida y efectiva.