La geotermia no es ninguna novedad. La energía geotérmica surgió con la necesidad de poder conservar recursos naturales, y la preservación del planeta ha incrementado exponencialmente las discusiones sobre la utilización de esta clase de energía renovable en estos últimos tiempos. Utilizar la geotermia para climatizar los edificios, tanto para calentarlos como para enfriarlos, se trata de una inversión que tiene en mente el futuro.
¿Qué es la geotermia?
Es unan fuente de energía que ha sido utilizada por años en países de la Unión Europea, y de forma general, se puede decir que la geotermia es una clase de energía que se obtiene del calor que existe en el interior del planeta.
Se encuentra demostrado desde hace muchos años, que la parte interna de la corteza de la tierra está formada por una clase de roca líquida a muy elevadas temperaturas, que se conoce con el nombre de magma. La geotermia es la forma de aprovechar o utilizar el calor del núcleo terrestre para generar energía eléctrica, agua caliente, calefacción o sistemas de enfriamiento, entre otros.
Lo que se hace es tomar el calor natural que se irradia desde el núcleo del planeta, que se conserva y se transporta por medio de las rocas incandescentes, que entran en contacto con los fluidos del interior de la tierra que se encuentran a altas temperaturas y originan lo que se llama sistemas geotérmicos.
En conclusión, en el subsuelo está una bastante importante fuente de energía, que podría y debería ser aprovechada por los seres humanos para obtener cierto nivel de confort energético que es necesario en el modo de vivir que tenemos, haciendo los edificios más eficientes y, sobre todo, respetando al nuevo ambiente.
¿Cómo se utiliza la geotermia en España?
Los estudios han revelado que en el territorio español es posible obtener energía geotérmica, a una profundidad de 1,5 metros como mínimo. Además, el flujo geotérmico se mantiene prácticamente estable todo el año, esto es, entre los 10 y los 15 grados, y esto puede permitir crear las condiciones ideales para que ocurra el intercambio del frío y del calor que se necesita para producir esta clase de energía y fomentar el consumo sostenible.
Por causa de la tecnología que existe actualmente, se puede convertir energía geotérmica en calor que se puede utilizar, sin que existan consecuencias negativas para el clima. A pesar de los beneficios que ofrece, la geotermia es una energía renovable de las menos conocidas y usadas en el territorio español. La causa de esto es que no se conoce mucho acerca de cómo funciona.
¿Cuáles son las formas en que se capta la geotermia?
Existen varias formas de captar la energía geotérmica, entre las cuales se encuentran:
- Captación horizontal enterrada: es un sistema que funciona a poca profundidad, entre los 0,5 y los 1,5 metros, que utiliza un entramado de tuberías en polietileno, con colectores horizontales, cuyo interior está lleno de agua con anticongelante.
- Captación vertical por medio de sondas geotérmicas: es el recomendado cuando no se posee espacio suficiente como para una captación horizontal enterrada, de modo que las tuberías son colocadas de forma vertical a profundidades que podrían llegar a los 150 metros.
- Captación por lagos o ríos: permite usar las masas de agua que contengan aguas termales, para meter en las mismas los captadores de energía calórica y realizar allí el intercambio de calor.
Entonces, ¿Cómo funciona la geotermia?
Funciona de manera muy sencilla. Por medio de una instalación de unos dispositivos llamados intercambiadores geotérmicos colocados bajo la tierra, utilizando una bomba de calor que se habrá instalado antes en la edificación, se extrae calor de la tierra y se trasmite a la misma, de modo que el edificio se calienta.
Durante el verano, lo que hacen los intercambiadores es cederle a la tierra el calor del edificio, y de esa manera la estructura logra enfriarse.
¿Cuáles son los usos de la geotermia?
Usar el calor que se encuentra en el subsuelo, por medio de intercambiadores de calor, lo que hace posible crear un circuito cerrado que puede poner en marcha un sistema eficiente de calefacción o de refrescamiento, por medio de la obtención de una energía que es limpia y bastante económica.
Pero, el uso de la geotermia no se limita a la climatización de edificaciones, porque la geotermia se puede combinar con sistemas controlados de ventilación, así como para abastecer agua caliente, no sólo a la las residencias particulares, sino también en forma de agua caliente sanitaria.
La geotermia se puede utilizar a gran escala, como una fuente potente para producir energía en la industria o en el acondicionamiento de espacios que se encuentran al aire libre, como sucede en el caso del calentamiento de los campos de fútbol, o para derretir la nieve en los puentes, los andenes, y otros muchos lugares.
¿Cuáles son las ventajas de la geotermia?
Entre las principales ventajas del uso de la energía geotérmica, se encuentra el potencial ahorro energético, porque instalar un sistema de climatización geotérmico puede representar un ahorro de hasta el 75% en las facturas, si lo comparamos con un sistema calefactor a gas natural.
Otro beneficio se relaciona con el impacto que producimos en el medio ambiente, ya que se reducirían considerablemente las emisiones de CO2 hacia la atmósfera. Otro aspecto relevante es que la vida útil de estos equipos se encuentra entre los 25 y los 50 años, utilizando el mismo equipo y como no existen torres para la condensación, desaparece el riesgo de contraer legionelosis.
¿La geotermia tiene alguna desventaja?
Si, y la principal es que un sistema de aprovechamiento y de utilización de energía geotérmica se relaciona con el coste. No obstante, los estudios realizados y las comparación con otros medios de producción de energía han probado que una inversión como esta se logra amortizar en un tiempo menor de lo que usualmente se piensa.
En realidad, el gasto inicial que supone invertir para instalar una calefacción que usa la geotermia logra amortizarse entre los siguientes cinco a diez años, dentro de un lapso mínimo de uso de unos veinte años. Mientras que si se instala un sistema que se alimenta con gas, el lapso para la amortización del gasto en iguales condiciones se encuentra entre los ocho y los trece años.